“Lolitas somos todas”: Homenaje a Lolita Lebrón en su centenario

Por Ángeles R. Rodríguez Negrón/Especial para CLARIDAD

“Una sororidad patriótica es una forma de describir lo que estamos haciendo en Las Lolitas”, sonrió la vicepresidenta del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), María de Lourdes Santiago. A su lado izquierdo, en la mesa plegable blanca, estuvieron sus compañeras Rita Zengotita y Edda López, mientras que Solimar Ortiz Busino la acompañaba a la derecha.

“Nosotras somos un esfuerzo unitario que llevamos un año trabajando y hemos podido armonizar; o sea, no ha habido problemas mayores. Ha sido un esfuerzo muy hermoso, nos hemos conocido también”, señaló López, una miembro del PIP. Las cuatro féminas con pintalabios de matices rojizos representan a diferentes organizaciones independentistas de distintas ideologías de izquierda.

A partir del próximo jueves, 14 de noviembre, hasta el martes, 19 de noviembre, Las Lolitas realizarán una serie de actividades artísticas y político-culturales en el Ateneo Puertorriqueño en honor al centenario de la activista Dolores Lebrón Sotomayor —mejor conocida como Lolita Lebrón—, quien murió el 1 de agosto de 2010.

El evento mayor será una serenata a las 10:00 a. m. en el Cementerio Santa María Magdalena de Pazzis en el Viejo San Juan, donde yacen los restos de Lebrón. Luego que los presentes decoren la tumba de la difunta con sus propias flores, el grupo de teatreras liderará al ejército de Las Lolitas hasta la Catedral Basílica Menor de San Juan Bautista, la calle Fortaleza y la Plaza de la Barandilla.

Durante la semana, habrá una exposición de obras dedicadas a Lolita Lebrón, una presentación de documentales, una convocatoria para pintar murales en distintos pueblos, declamación de poesía, presentaciones artísticas y charlas educativas para niños y jóvenes.

Las integrantes del colectivo se mostraron conformes con el trabajo realizado durante el pasado año. Cerca del día 19 de cada mes, Las Lolitas se encargaron se llevar actividades artísticas y de expresión político-culturales a distintos municipios de la isla. Comenzaron su trayectoria en Lares, pueblo natal de Lebrón, en diciembre de 2018. El grupo visitó aproximadamente 12 pueblos, sin incluir sus participaciones en entrevistas en la República Dominicana, Venezuela y Argentina. También, la “Lolita” y locutora del podcast Radio Independencia, Adriana Gutiérrez Colón, participó de la Jornada de Solidaridad con Puerto Rico en Cuba, que fue dedicada a la fallecida lideresa nacionalista, por la causa independencia de la isla.

La sensibilidad de Lolita

Al preguntarles cómo una mujer puede formar parte del grupo, las entrevistadas afirmaron que Lolitas somos todas. “Por cualquier lado que tú cojas a Lolita, ella va a encajar”, mencionó Ortiz Busino. López agregó que “murió con muy pocos prejuicios, porque ella donde quiera que estaba era accesible”. Entre los datos que han encontrado sobre la biografía de Lebrón, se observó su “sensibilidad moderna feminista” y misticismo como devota católica.

Zengotita, del Comité pro Derechos Humanos de Puerto Rico, evidenció las expresiones de sus camaradas con un pasaje de la última entrevista de la exprisionera política con la periodista Consuelo Martínez Reyes. La entonces octogenaria describió la necesidad de intimidad sexual para y entre las mujeres en la Prisión Federal en Alderson, West Virginia, donde fue encarcelada por 25 años.

Además, el conglomerado se encuentra en el proceso de documentar la vida de Lebrón para redactar una biografía completa y amplia. Con este conocimiento, pudieron afirmar que “doña Lolita” –—como fue conocida cariñosamente por sus seguidores— vivió una catolicidad profunda. Según Santiago, ella intercambió cartas con Francisco Matos Paoli durante sus años de encarcelamiento. Lolita decía que todo en el marxismo le parecía bien, “excepto eso de ser ateo, porque eso no puede ser”, recordó Santiago sobre la correspondencia entre ambos, soltando algunas risas junto a sus colegas.

Lebrón ayunaba una vez a la semana, meditaba con devoción y acostumbraba a limpiar la iglesia Santa Rosa de Lima y, luego, la parroquia San Lucas Evangelista, donde dejó pagadas las misas de réquiem por un año.

Otro acto de su dimensión religiosa y de sacrificio, para la también Comisionada Electoral del PIP, fue su rol en el ataque al Congreso del 1.o de marzo de 1954. A los 34 años, Lebrón — junto a Rafael Cancel Miranda, Irvin Flores y Andrés Figueroa— entró a la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, sostuvo la bandera monoestrellada en la mano durante el acto y gritó la frase célebre: “¡Viva Puerto Rico libre!”. Los nacionalistas dejaron un rastro de 30 tiros y cinco congresistas heridos.

“Doña Lolita escogió ponerse en la primera línea. Su martirio fue escogido, fue pensado; fue su decisión. Y ella relata en las cartas (a Matos Paoli) que ella sabía que tenía que estar allí, que si ella no estaba eso no iba a pasar ese día… Ella no fue a que la cogieran presa, ella iba a que la mataran, y con el dolor de dejar a los dos hijos”.

Entre los sufrimientos de Lebrón estuvieron sus pérdidas familiares, según Zengotita. Se enteró de la muerte de su hijo, Félix Rivera, el día que fue sentenciada a 16 a 50 años de cárcel. Cuatro años después, su madre muere de cáncer y no pudo despedirla desde la prisión. Su hija, Gladys Mirna Méndez, se suicidó en 1977 al arrojarse de su vehículo. Por último, tuvo que reconocer a uno de sus nietos en el Instituto de Ciencias Forenses, después de haber visto su cadáver en un noticiero.

“Es un enigma cómo una mujer que vivió todas esas tragedias personales, y que además sufrió tanto el encierro —un independentista no puede estar encerrado—, sobrevivió todas las torturas y salió amorosa”, ponderó López.

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