Los ahogados de Adál

Adál Maldonado me habla de su nuevo proyecto y no puedo dejar de pensar en un hermoso libro que leí hace muchos años: El agua y los sueños, de Gastón Bachelard. Ahí el filósofo francés intenta convencer al lector de que bajo las imágenes superfi- ciales del agua, existe una serie de imágenes más profundas, más tenaces. El buen observador no tardará en sentir, en sus propias contemplaciones, simpatía por esta profundización. Reconocerá en el agua un tipo de intimidad muy diferente de las sugeridas por las “profundidades” del fuego. El lector de Bachelard comprenderá por último que el agua es también un tipo de destino, un destino esencial que sin cesar transforma la sustancia de quien la observa.

Sin embargo, hoy me convoca el proyecto del fotógrafo puertorriqueño. Adál Maldonado trabaja siempre. Hace pocos meses publicó Cuerpo del poema, un libro no es otra cosa que un espacio en el que conviven materias primas. Si, en palabras de la poeta Irizelma Robles, la palabra es al poema lo que la luz a la foto, usted tiene en ese libro los retratos de esa verdad. Ella hace una selección de poesía y Adál escribe con luz los rostros de los poetas.

Para darles más señas, entre las obras más delirantes de Adál está Mambo Madness, una novela que se transforma en un musical La Mambópera, que espera por una sala para ser representada.

Ahora, lo que nos ocupa es Puerto Ricans Underwater/Los ahogados, el más reciente libro de Adál, con prólogo de Mercedes Trelles y diseño de Bold Destrou.

ER- Adál, sé que este proyecto no comenzó hace poco, pero fue profético. Estuvimos bajo agua en septiembre, y tenemos el agua al cuello hace décadas.

Adál- La idea para Los ahogados surgió en 1987. Hace 30 annos. Estaba buscando la manera de expresarme sobre el sentido de impotencia y falta de control personal que afectaba al nuyorican como resultado de la marginalización y el prejuicio. Por extensión eso es pensar en la colonización mental.

ER- he visto que produces mucho, y que tienes activada la máquina de intuición todo el tiempo. Sin embargo, me gustaría que me dijeras algo sobre procesos conceptuales en tus proyectos.

Adál- Bueno, para aquel momento, 1987 estaba leyendo dos libros que son importantes en ese proceso conceptual. Uno era Invisible Man de Ralph Ellison y el otro The Teachings of Don Juan: A  Yaqui way of Knowledge de Carlos Castañeda.

ER- El de Castañeda es un clásico. Un escritor que es un personaje en sí mismo.

Adál- Yeah! Invisible Man habla sobre la inhabilidad del hombre blanco en poder ver al Afroamericano y sus contribuciones a la sociedad Norteamericana o al mundo en general. Por eso siguen en una condición invisible. En The Teachings of Don Juan el Shaman o Brujo Don Juan le habla a su discípulo Carlos Castañeda sobre el concepto del Assemblage Point y su dislocation.

ER- Hold your horses. Explícame.

Adál- Según Don Juan, cada persona tiene en su cuerpo un punto de energía cósmica donde está fijado, pegado a este mundo físico o a los objetos duros. En el punto donde se cruza esa energía entrando al cuerpo determina tus características físicas, emocionales y psicológicas. Entonces según la teoría de Don Juan si por alguna razón ese Assemblage Point se mueve de su sitio por causa de algún trauma psicológico o emocional la persona cesa de estar presente en esta realidad y hasta se puede percibir como que están locos. [Tú sabes, muchos hospitales psiquiátricos tienen pacientes que simplemente han sufrido un cambio de posición del Assemblage Point].

ER- Deep.

Adál- A base de esa teoría empecé a imaginar que posiblemente el Nuyorican había experimentando este cambio de posición de su assemblage point causado por esa serie de traumas psicológicas/emocionales que estaba experimentando viviendo fuera de su país, en un ambiente diferente y ajeno que lo margina neutralizándolo y su poder personal.

ER- ¿Cómo pasó esa iluminación a un proyecto fotográfico?

Adál- Se me ocurrieron dos maneras que podía representar ese concepto dentro mi arte fotográfico. Uno fue sumergir al sujeto debajo del agua en mi bañera donde experimentaría esta falta de poder causándole sentido de impotencia mientras le tiraba fotos. La otra fue hacer una serie de fotos de ellos mismos pero desenfocados.

Esta segunda me pareció interesante. Soy fotógrafo. Pienso en esas imágenes. Como en el caso del assemblage point, el sitio donde se cruza la energía cósmica entrando al cuerpo fija a la persona en su sitio físico, pues, así mismo la luz entra por el lente de la cámara. Entonces, la luz cruza entrando al plano donde está localizado el film. Este punto determina que la imagen está enfocada: si ese punto se mueve la imagen se desenfoca. Entonces concebí la imagen desenfocada como metáfora para la condición causada por el trauma a la psique del nuyorican.

ER- A Pedro Pietri, uno de los modelos, le gustaba mucho ese proyecto.

Adál- Claro, mira. Sucede que mientras trabajaba los dos proyectos llega a mi casa Pedro Pietri, mi colaborador en el Puerto Rican Embassy. Se queda mirando las imágenes y me pregunta “¿estas imágenes, de qué se tratan?” Y le contesto “esos son mis nuyoricans fuera de foco, algo nuevo para hablar sobre esa falta de control que estamos viviendo en Nueva York”. Y me dice “¡Ay que alivio! Mañana me van a hacer una operación de cataratas en los dos ojos y creía que estaba empeorando”.

ER- Ése era Pedro.

Adál- Nos reímos y me dijo “con tu permiso me interesa escribir un texto para estas imágenes”. El resultado fue el libro Out of Focus Nuyoricans [una colaboracion] publicado por Harvard University Press.

ER- Y las imágenes de la bañera seguían ahí, como proyecto.

Adál- Entonces las imágenes que había hecho en la bañera debajo del agua las dejé en una gaveta y me olvidé de ellas. Ahí estuvieron casi 30 años. En el 2015 estoy mirando mis archivos y me encuentro con ellas. Al mirarlas me digo “pero si esto es lo que está pasando en Puerto Rico ahora”. Nos estamos ahogando por el colapso de la economía y otros problemas causados por la colonización y falta de autodeterminación. Llamé dos o tres colegas y los metí en mi bañera aquí en Santurce. Les hice retratos como ahogados. Les dije, pretendan que se están ahogando y que sus repuestas a esta condición puede ser una de tres. Pueden aceptar la condición e irse con la corriente. Pueden pelear contra esta condición. O pueden asumir la postura de Fuck it!  a mí no me importa la política. Yo lo que quiero es to have a good time/pasarla bien y pal carajo con el gobierno. Así que les pedí que vinieran preparados a representarse como una de esas tres o cualquier otra que se les ocurriera.

ER- Los fuiste colgando en las redes sociales.

Adál- Right. Puse los resultados en mi página de Facebook y en unas horas estaba el público escribiendo “Adál está cabrona la serie, es exactamente lo que está pasando, quiero ser parte de eso”. Y, pues, el resto es historia.

ER- Fue una profecía.

Adál- Lo que no me imaginé fue eso, que también fue profético sobre el desastre que nos trajo Maria con sus aguas y viento.

ER- Usas las redes sociales en tus recientes proyectos.

Adál- La serie Puerto Ricans Underwater/Los ahogados fue concebida con el internet en mente y para existir en un espacio virtual. Esta circulación ha sido esencial para el éxito de la serie. Las imágenes se pueden ver desde cualquier sitio con el cell en mano. Este es el medio de comunicación de hoy y le llega a la mayor cantidad de público. Por este medio pueden seguir la evolución de la serie donde pueden interactuar con ellas y comentar.

El buen observador no tardará en sentir, en sus propias contemplaciones, simpatía por esta profundización. Reconocerá en el agua un tipo de intimidad muy diferente de las sugeridas por las “profundidades” del fuego. Si no han visto las fotos de Adál Maldonado pueden acceder a sus páginas en Facebook. Pero, además, hay una invitación a la presentación del libro que recoge ese trabajo el miércoles 13 de diciembre, a las 7:00 de la noche en Libros AC, en Santurce.

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