Los Oscar y breves de marzo

Las nominaciones a los Oscares sorprendieron a muchos por su diversidad: tanto un afroamericano como una mujer, dos de los grupos principales sin poder, estuvieron en la lista de finalistas para mejor dirección y por primera vez una mujer fue nominada en la categoría de cinematografía. Pero la noche de los Oscares fue muy tranquila ya que los ganadores habían sido anteriormente premiados y seleccionados como los mejores en los Golden Globes, BAFTA, los gremios de Hollywood y, algunos, por el Festival de Cine de Venecia en septiembre, el tercer festival más prestigioso en el mundo del cine (Cannes y Berlín son los otros).

El hermoso y extraordinario filme The Shape of Water del mexicano radicado en Hollywood, Guillermo del Toro, ganó en tres de las categorías más importantes: película, dirección y música, además de diseño de producción. Ya este filme había recibido el BAFTA casi en las mismas categorías, el Golden Globe por mejor director y música, seleccionado por el gremio de directores y en Venecia mejor película entre otros premios. Three Billboards Outside Ebbing, Missouri recibió el Oscar por las actuaciones de Frances McDormand y Sam Rockwell. Ya habían recibido premios en las mismas categorías de Golden Globes y BAFTA y por mejor guión en Venecia. También ganó el premio del gremio de actores (SAG) para ambos y por ensemble/trabajo en conjunto. Como Lady Bird, primer filme de la joven actora Greta Gerwig, fue la revelación de las producciones de 2017, junto a Get Out de Jordan Peele quien ganó mejor guión original, nada más tenerlo competir en cinco categorías fue un logro inesperado. Los Golden Globes ya habían premiado a Saoirse Ronan como Actora en Comedia y a la Mejor Película/Comedia.

Gary Oldman interpretando a Winston Churchill en Darkest Hour continuó obteniendo el premio por Mejor Actor como lo había hecho en todas las premiaciones anteriores. Nosotrxs como hispanoamericanos también nos regocijamos en el triunfo del talento mexicano con Guillermo del Toro y los compositores y creadores del filme animado Coco. A esto se le añade el Oscar por Mejor Película Extranjera a Una mujer fantástica (exhibiéndose ahora en Fine Arts de Miramar) del chileno Sebastián Lelio con la actora Daniela Vega quienes estuvieron presente para recoger la estatuilla y hasta presentar una de las categorías. Tanto Lin Manuel Miranda en la antesala de los Oscares, como Common cantando “Stand Up for Something” del filme Marshall y nuestra Rita Moreno, espléndida a sus 86 años celebrando el 56 aniversario de su Oscar por West Side Story, insertaron a Puerto Rico en sus palabras.

A Wrinkle in Time

(directora Ava DuVernay; guionistas Jennifer Lee y Jeff Stockwell; autora Madeleine L’Engle; cinematógrafo Tobias Schliessler; elenco Storm Reid, Daric McCabe, Chris Pine, Gugu Mbatha-Raw, Levi Miller, Reese Witherspoon, Mindy Kaling, Oprah Winfrey, Zach Galifianakis, Michael Peña)

Este proyecto multimillonario (su costo de producción subió a más de 100 millones) tiene un elenco extraordinario de celebridades en papeles pequeños pero claves para el viaje que emprenderán los jóvenes, Meg, Charles Wallace y Calvin en la búsqueda del padre de Meg quien ha desaparecido del entorno conocido y tanto ellos como las hadas madrinas —Mrs. Whatsit, Mrs. Who y Mrs. Which— tienen la confianza de encontrarlo en otra parte desconocida del universo. No hay duda de que uno de los propósitos principales del filme —aparte del primordial de Disney que es atraer y entretener a una audiencia amplia de edades— es diversificar la mirada acostumbrada del público. Por eso se borran las divisiones raciales y étnicas al presentar familias, círculos de amistades, escuelas que cruzan estas barreras construidas por los prejuicios y poder de los supuestos grupos mayoritarios. Puede que el bullying que recibe Meg en la escuela como una chica de 13 años sea por su pelo rizado, su seriedad y renuencia a integrarse a los grupos académicos, deportivos o sociales, el escándalo de la desaparición de su padre que se toma como abandono de hogar, pero no tiene su raíz en odios enraizados de la sociedad estadounidense. La historia trata de superar esas divisiones para dar especio al intelecto y a las emociones, cuya unión es la esperanza de un futuro mejor.

Una vez emprenden su viaje a otros lugares del universo que incluyen las nubes ennegrecidas donde reside el mal, sus conductoras/asesoras/protectoras por parte del camino son las mujeres que lo cuestionan todo (What, Who, Which). Son ellas las que le darán el valor que necesitan lxs jóvenes para lanzarse a un universo desconocido. Luego surgen dos otros guías, Happy Medium como el enlace a una zona neutral y Red como el guardaespaldas de IT en Camazotz, la región de la oscuridad. El despliegue de luz y de tonos grisáceos, el movimiento de objetos en el universo, los grandes espacios donde la imaginación construye posibilidades es un viaje hermosísimo en que nos embarca DuVernay (Selma 2014; el documental 13th 2016), pero a veces el viaje prolongado debilita la trama “real” que queda suspendida durante la travesía.

I, Tonya

(director Craig Gillespie; guionista Steven Rogers; cinematógrafo Nicolas Karakatsanis; elenco Margot Robbie, Sebastian Stan, Allison Janney, Julianne Nicholson, Paul Walter Hauser, Bobby Cannavale)

Aunque no es un estreno de este año, sí nos llegó hace un mes gracias a los premios recibidos por Allison Janney en el papel de la madre despiadada de Tonya Harding, la que fue campeona de patinaje y casi representó a los Estados Unidos en la Olimpiadas de Invierno de 1994. Como los escándalos son los que quedan en la memoria más tiempo, Tonya se conoce por haber sido suspendida por el Comité Olímpico y prohibida de participar en cualquier torneo por existir la sospecha de que fue partícipe del asalto a Nancy Kerrigan, su contrincante más cercana. No importa si después de una investigación exhaustiva se encontró que los culpables fueron su exmarido, Jeff Gillooly, y el amigo de éste, Shawn Eckhardt, la sola apariencia de tener conocimiento de lo que tramaban, excluyó a Tonya del deporte de por vida.

Aparte de las excelentes actuaciones de Janney como la madre que nadie quiere tener pero que sabemos existe detrás de las sonrisas de las niñitas que compiten en deportes, concursos de belleza, papeles en cine y TV, de Margot Robbie como la protagonista y todos los papeles de reparto que también incluye a Bobby Cannavale como Martin Maddox, representante (odio llamarlo periodista) de la prensa farandulera y amarilla, el estilo es lo que hace del filme uno muy especial. Imita el género del documental (mockumentary) y desde el comienzo todos los integrantes del drama le hablan directamente a la cámara para dar sus propias versiones de lo que sucedió. Se darán las contradicciones, las acusaciones entre sí, sus autobiografías acomodadas a su favor y se tejerán los sucesos y el tiempo que fluctúan entre varios pasados y el presente. Todxs tendrán razón y todxs falsificarán la verdad a su favor. Pero para mi lo más revelador es el abuso físico y mental que sostiene Tonya, primero de su madre y luego de su marido a través de la larga y tormentosa relación entre ellos.

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