Luis Gutiérrez: Un puertorriqueño ilustre

Luis Gutiérrez estuvo atribulado durante muchos años con su identidad. Llegó a considerarse “demasiado puertorriqueño para los Estados Unidos y demasiado norteamericano para Puerto Rico’’.

Para el bien de su pueblo el dilema se resolvió a través de la lucha por la independencia. Esa vía facilitó además su integración a otras grandes batallas como los derechos de los inmigrantes en Estados Unidos.

El propio Luis da testimonio de esto cuando, en sus memorias, nos dice: “Cuando viajé a Vieques para tomar parte en las protestas conocí al hombre que había hablado en la plaza de nuestro pueblo, cuyos discursos me habían inspirado a seguirlo por toda la isla. Aunque tenía un diagnóstico de cáncer de la próstata, Rubén Berríos acampó en el área restringida por casi un año para mostrar su oposición a los bombardeos. Finalmente lo mandaron a la cárcel”. Continúa Luis: “Hablamos de nuestro compromiso común de devolverle Vieques al pueblo puertorriqueño. Le agradecí su liderazgo y el ejemplo que estaba dando. Le dije que si no hubiera ido a San Sebastián y no lo hubiera oído hablar con pasión y orgullo a favor de un Puerto Rico independiente, seguramente nunca hubiese estado en una posición en la que podía hablar con los líderes militares estadounidenses sobre Vieques”.

La angustia sobre su identidad comenzó muy temprano para Luis. El regreso de sus padres a San Sebastián se la puso muy difícil. Desde la instrucción directa y seca de su padre de que en El Pepino y en todo Puerto Rico tenía que hablarle a él y a todo el mundo en español, hasta el ‘bullying’ que confrontó en la escuela ejemplificado en la entonces muy hiriente frase de la niña que se quejaba porque el ‘gringo’ la estaba molestando, Luis se llegó a sentir como se siente un migrante en Chicago: solo, aislado, perteneciente a nada. Solo que no estaba en Chicago sino en Puerto Rico, en su pueblo de San Sebastián. Fueron precisamente los independentistas de San Sebastián los que le ayudaron a afirmar su identidad. No solo lo aceptaron desde siempre, sino le decían: “Tú eres puertorriqueño. No dejes que nadie te diga que no lo eres”.

Esa conciencia patriótica que comenzó en su niñez está en continúo desarrollo y en la misma confluyen diversos factores y personas. En todas esas personas Luis Gutiérrez reconoce su humildad y carácter. Se refiere a Noel Colón Martínez como su mentor y reconoce la influencia que ha tenido y tiene sobre él. He ahí una contribución significativa de un líder independentista como Noel hacia otro como Luis. Por eso, Luis expresa su agradecimiento especial a Noel Colón Martínez, al cual se refiere como “un ejemplo de honorabilidad, quién me enseñó a luchar por el pueblo puertorriqueño”. A Carlos Gallisá también le agradece, describiéndolo como “ese personaje imponente que llegó a San Sebastián y me enseñó a luchar por los desvalidos”.

He sido afortunado de contar con su amistad. Hemos compartido en innumerables ocasiones, tanto en Puerto Rico como en Chicago; un par de veces en Washington y una vez en San Sebastián. En su casa y en la mía, con Amy y Soraida. Mi familia se honra con la amistad de la suya. Y siempre he admirado en él su genuino aprecio por todas y todos los independentistas. Nunca le he escuchado a Luis Gutiérrez, ni en público ni en privado, un comentario negativo sobre otro independentista.

Luis es políticamente sabio. Es amplio y unitario. Es un gran estratega político y un mago de las alianzas. Combinando su inteligencia y sus más de dos décadas en el Congreso de Estados Unidos, Luis es uno de los puertorriqueños que mejor conoce el funcionamiento de la política y los políticos estadounidenses. Eso no es poca cosa.

Pero, antes que nada y por sobre todas las cosas, es un INDEPENDENTISTA PUERTORRIQUEÑO.

Luis Gutiérrez ama a su familia. Ama a Soraida, la respeta y le reconoce no tan sólo sus méritos sino su autoridad sobre él. También siempre ha reconocido la importancia del periódico CLARIDAD, no solo porque lo ha mantenido informado sobre Puerto Rico, sino porque venderle CLARIDAD a Soraida lo acercó más a ella. También sé que perfecto no es porque toma demasiadas Coca-Colas.

No sé si Luis sigue pensando que es “demasiado puertorriqueño para Estados Unidos”. Lo que sí sé es que no lo es para los millones de inmigrantes en ese país que lo admiran y le agradecen su lucha infatigable por sus derechos.

Querido Luis: Tu padre decía que haber venido a Puerto Rico fue lo mejor que pasó en tu vida. Eso es cierto, fue muy bueno pero no sólo para ti. Fue lo mejor que le pasó a tu pueblo, aquí y allá; a esa diáspora que muchos conocemos, amamos y hemos luchado con ella y junto a ella por muchas décadas. Tienes la dicha de ser dos veces puertorriqueño porque eres hijo de esta tierra y también de su diáspora. Por tu vida y tus luchas eres también un puertorriqueño ilustre.

Y como te dijera Monseñor Roberto González Nieves, eres puertorriqueño desde el momento en que fuiste concebido en el vientre de tu madre: Desde entonces y para siempre, Luis Vicente Gutiérrez Olmedo.

El autor es miembro de la Junta Directiva de CLARIDAD. Palabras pronunciadas por el autor en el homenaje de COPRONU al Congresista, Luis Gutiérrez el pasado sábado 4 de agosto.

Artículo anteriorEconomistas recomiendan cinco medidas a nivel federal
Artículo siguienteLagartijos: Juntos pero no revueltos