LUMA daña y la UPR paga

 

Un apagón eléctrico en la noche del viernes 9 de julio, seguido de altibajos en el flujo de la corriente, quemó una subestación propiedad del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPRRP) y, aparte de dejar casi todo el Recinto sin electricidad por cerca de una semana, provocó daños cuya reparación puede acercarse al millón de dólares. Una semana después parte del Recinto sigue paralizado, incluyendo las facultades de Derecho, Estudios Generales, Biblioteca Lázaro, Plaza Universitaria, Facundo Bueso y la Residencia de Estudiantes, entre otros. Los trabajos administrativos para la reapertura en agosto se tuvieron que posponer.

Aún cuando la quema de la subestación fue provocada por el apagón y el manejo ineficiente del suplido eléctrico, no es la privatizadora LUMA Energy la que está asumiendo los altos costos de las reparaciones, sino la Universidad, que ha tenido que recurrir a su fondo de emergencia para comprar nuevo equipo y contratar empresas que hagan las reparaciones. A ese gasto se añade lo que constará atender el efecto del prolongado apagón sobre las colecciones de las bibliotecas, centros de investigación y otras dependencias que han permanecidos cerradas y sin ventilación por más de una semana. Además, el personal del Recinto no ha podido trabajar y los estudiantes de la Residencia, mayormente internacionales, debieron ser reubicados.

Una comunicación fechada 13 de julio de 2021, suscrita por Aurora Sotográs, Decana de Administración, y dirigida a la “Comunidad Universitaria”, dice que el evento se produjo en la madrugada del sábado 10 de julio “como resultado de una avería eléctrica ocurrida en la región de San Juan”. Añade que “el breaker y el transformador de la subestación principal del Recinto sufrieron daños”. Continúa la Decana: “Para atender con prontitud la situación, se citaron y acudieron el pasado sábado tres compañías para evaluar los daños y los trabajos de reparación necesarios”. La UPRRP utilizó, según la decana, “el proceso de compras y la reglamentación que aplica a situaciones de emergencia.”

El miércoles 13 de julio, cuando se produjo la comunicación a la comunidad universitaria, las compañías privadas contratadas por el Recinto continuaban “haciendo pruebas y reparando daños identificados.” Se esperaba que “en los próximos días” se pudiera energizar la subestación, por lo que las áreas afectadas por el apagón continuaban sin servicio eléctrico. La UPRRP hacía gestiones para que el personal administrativo trabajara de manera remota, aun cuando el convenio colectivo suscrito con la Hermandad de Empleados dispone que los trabajos deben cesar cuando se interrumpe el servicio eléctrico.

Curiosamente, según pudo constatar CLARIDAD, en ninguna de las comunicaciones internas del Recinto se señala a LUMA Energy como la responsable de la crítica situación que enfrenta. Los funcionarios se refieren a la “avería del sábado” sin identificar el origen. Según pudimos constatar, el apagón inicial ocurrió a las 11:30 del viernes 9 de julio, seguido por alteraciones de voltaje que destrozaron la subestación.

Se desconoce si la UPR, que, en la práctica, permanece sin presidente en funciones tras la renuncia forzada de Jorge Haddock, efectuará alguna reclamación a LUMA Energy. Como recordamos, la privatizara solicitó hace unos meses que el Negociado de Energía le concediera inmunidad ante situaciones como esta. En aquel momento se informó que sólo se había concedido “parte” de lo peticionado.

 

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