Marilyn Monroe y el Observatorio de Arecibo

 

En Rojo

El Observatorio de Arecibo se desplomó. La enorme depresión entre sumideros de piedra caliza recoge miles de paneles de aluminio. Imagino la escena del receptor de 900 toneladas que se hallaba suspendido a 130 metros de altura cayendo al vacío con un estruendo monumental. Ver aquel receptor era como ver 180 elefantes que se balanceaban sobre la tela de una araña. Perdonen la metáfora infantil, pero de niño estuve allí y no pude evitar pensar en eso.

En dos o tres años el Observatorio cumpliría 60 años de operación. Se hicieron allí descubrimientos importantes. Por ejemplo, se supo que el infierno de nuestro sistema solar, Mercurio, tenía un periodo de rotación más corto que el que se creía. A través del hallazgo de un púlsar se descubrieron los primeros planetas extra-solares. Me han dicho que se logró desde el sumidero la primera foto de un asteroide.

Quizás el proyecto del radiotelescopio de Arecibo más conocido popularmente era SETI, algo así como la búsqueda de inteligencia extraterrestre a través de señales lanzadas al espacio. Nunca hubo respuesta. De ocurrir no habrá modo de responder a la llamada. Pienso en aquel poema de Ernesto Cardenal:

lLa hallaron muerta en su cama con la mano en el teléfono.

Y los detectives no supieron a quién iba a llamar.

Fue

como alguien que ha marcado el número de la única voz amiga

y oye tan solo la voz de un disco que le dice: WRONG NUMBER

O como alguien que herido por los gangsters

alarga la mano a un teléfono desconectado.

Señor:

quienquiera que haya sido el que ella iba a llamar

y no llamó (y tal vez no era nadie

o era Alguien cuyo número no está en el Directorio de los Ángeles)

            ¡contesta Tú al teléfono!

Muchas voces hablaron del relativo abandono en el que se encontraba el Observatorio. En la madrugada del pasado diez de agosto uno de los cables de sustentación cayó sobre el plato enorme y dejó una grieta de 30 metros. La Universidad Central de Florida, encargada de dirigir el observatorio, habría declarado entonces que estaría inoperante de manera preventiva para realizar estudios sobre la seguridad. En noviembre se rompió otro cable. Tres empresas aconsejaron demoler la estructura. Los elefantes del universo no esperaron y se lanzaron al vacío.

Con toda seguridad hay allí instrumentos científicos que se mantendrán en uso. Es probable que haya cambios que permitan que la zona siga siendo importante para el estudio del universo.

Sin embargo, no hay duda de que el derrumbe del viejo radiotelescopio es el derrumbe de un símbolo. Esa idea tan siniestra de la modernidad que se construyó en Puerto Rico, que incluiría ese aparato administrativo moderno que se llamó Estado Libre Asociado, también se ha derrumbado hace algunos años. Poco a poco, aquellas cosas por las que nos sentíamos extrañamente orgullosos entran en desuso, se vuelven obsoletas, caen.

Yo sé, todo es más complejo y debe existir alguna cosa positiva que decir sobre esto. Quizás esto suponga renovación tecnológica. A lo mejor supone que esa gran depresión y esos sumideros volverán a formar parte de la hermosa naturaleza prístina que podremos admirar y el agua estará más pura y escribiremos poemas pastoriles. Pero no puedo dejar de pensar en que no tenemos ningún plan para recuperar escombros de país y construir uno mejor, uno formidable como el que queremos. Y yo no puedo dejar de pensar en que si allá lejos en el universo alguien recibe la señal solitaria del viejo telescopio y responde no habrá quien conteste la llamada. Demasiada soledad, demasiado silencio en el espacio.

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