Miel que me das: «¡Qué pesado, Eros!» – Especial de Anacreonte

Quiero cantar

Pues a Eros suave,

estallando en guirnaldas de flores multicolores,

quiero cantar,

al que reina entre dioses y domina mortales. 

Odio a todos

Y yo odio a todos

los de ritmos telúricos y difíciles.

Meguiste, cuídate de los que no hablan con Baco.

Bebiendo eros

Estaba bebiéndome a eros.

Como el cuco

Yo, como el cuco, le huyo.

Ahora subo al Olimpo

Ahora subo al Olimpo volando en aves ligeras

por culpa de Eros,

pues [  ] no quiere corresponderme.

Qué pesado

¡Qué pesado, Eros!

Te quiero y no te quiero

Te quiero y no te quiero,

Enloquezco y después no.

 

 

En orden de aparición: fr. 28 (Diehl), fr. 71, fr. 105, fr. 93, fr. 33, fr. 115  y fr. 83   

En traducción de Cristina Pérez Díaz

Dibujo original en tinta sobre papel de Emanuel Torres

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