Mirada Cooperativista: No es al revés

Dedico esta columna a honrar la memoria del amigo, hermano, compañero de lucha y cooperativista Juan González Feliciano. A Juan lo recordaremos siempre por el legado de integridad que nos dejó. Fue un líder indiscutible del cooperativismo de seguros, financiero y de vivienda, expresidente de la Junta de Directores de la Liga de Cooperativas de Puerto Rico, la Cooperativa de Seguros Múltiples y la Fundación Comunitaria de Puerto Rico. El país que soñó fortalecido por el cooperativismo en todas sus áreas se lo debemos y seguiremos con su ejemplo la ruta trazada. ¡Hasta siempre hermano!

El 21 de abril de 2018 los cooperativistas estuvieron atentos a la discusión de la segunda versión del Plan Fiscal de la Corporación para la Supervisión y Seguro de Cooperativas(COSSEC) presentado ante la Junta de Supervisión Fiscal por funcionarios de esa entidad, de la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal (AAFAF) y la Comisionada de Desarrollo Cooperativo, que a su vez es su principal ejecutiva interina y presidenta de la Junta de Directores. Esta versión trajo pocas novedades por ser casi igual al presentado anteriormente. Luego de la inicial ristra de loas y reconocimiento a sus fortalezas pasa a presentar propuestas ajenas a su naturaleza autónoma y democrática.

En sus inicios este plan da parte de algunos hechos contundentes e innegables:

• la importancia del sistema financiero cooperativo en la estructura social y económica del país

• el reconocimiento de que es una columna de la economía y la principal alternativa de un sector de banca comercial

• el crecimiento de sus activos

• la estabilidad y tendencia de crecimiento del sistema cooperativo

• su arraigo comunitario

• su capacidad de respuesta ante la situación de emergencia que ocurrió al finalizar el 2017 por el paso de dos huracanes

• la existencia de reservas adecuadas

Continua el plan con una descripción de la función aseguradora y supervisora de COSSEC y con la mención del alto porcentaje de inversión en bonos como un riesgo. Además, plantea interrogantes sobre algunas medidas que impulsó el movimiento para responsablemente trabajar ese riesgo. Ese es el caso de la Ley 220-2015 que permite amortizar pérdidas en periodos de 15 años. De hecho, muchas de las cooperativas mantienen ese asunto controlado en discusión democrática con sus socios y han tomado decisiones responsables, como reservar parte sustancial de sus sobrantes. Luego de esa introducción, el plan continúa con un análisis de riesgo, con modelos de evaluación y un plan de acción correctiva.

Entre las reformas estructurales que el plan menciona vale destacar su propuesta de alterar la gobernanza de la entidad. Esta propuesta plantea recomponer la dirección de COSSEC a los fines de que las decisiones sustantivas sean tomadas por un comité compuesto por tres funcionarios de gobierno: COSSEC, AAFAF y la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras. Esta idea surge de la premisa de que la representación de las cooperativas en la junta de directores de COSSEC encarna un potencial conflicto de interés, consistente en que estos representan los intereses de las cooperativas y no los de COSSEC y el sistema.

Es precisamente en este asunto que debemos advertir al lector que en esta corporación pública el gobierno no aporta un solo centavo y que su principal ingreso proviene del pago de las primas del seguro de acciones y depósitos de las cooperativas del sector financiero.

De hecho, la representación del sector cooperativo en esa junta ha sido la garantía del buen uso de sus fondos. Muchos son los testimonios de cómo, a lo largo de estos años han tenido que lidiar con las mismas prácticas que han quebrado otras corporaciones. ¿Qué cuales son? Ustedes las conocen. Contratos a agencias de publicidad, a abogados y otros profesionales en detrimento del personal de carrera, puestos de confianza para políticos derrotados, entre otras. .

Colocar a tres funcionarios de gobierno, entre ellos al principal ejecutivo de la banca en el país a tomar decisiones sobre el sector cooperativo sí es un enorme riesgo que debemos evitar. Los más de un millón de socios del sistema cooperativo y otros miles a los cuales le sirven deben estar tranquilos. Los representantes del sector cooperativo son sus más fieles defensores cuidarán con celo este patrimonio que hoy más que nunca está sirviendo bien a nuestro país.

Con una práctica del ejercicio pleno de la democracia nuestros representantes ejercen sus funciones apegados a la transparencia del ideario cooperativo. Celosos de la estabilidad del sistema, inhibiéndose de decisiones cuando tienen que hacerlo, rindiendo cuentas al sector que representan y tomando decisiones propias de un sistema financiero, claro que sí, ellos han promovido fusiones y consolidaciones cuando ha sido necesario. Ahora es menester que la Junta de COSSEC tenga un calendario de reuniones, una agenda de seguimiento al sistema y unos procesos constantes de trabajo en común con todos los componentes de ese cuerpo. No van a tener personas más conocedoras y vigilantes de un sistema fuerte y vigoroso, que esas. Después de todo nuestro sistema financiero tiene que seguir unas pautas y unas reglas, pero nunca olvidemos su arraigo y vínculo social. No es acumulación del capital con fin de lucro. Es generar riqueza y distribuirla en acción social que impacte el entorno que genere empleos y colocando el bienestar común por encima de cualquier otro con apego a principios y valores éticos y democráticos. Sobre eso, la JSF, el gobierno y sus representantes tienen mucho que aprender del cooperativismo, no es al revés.

Comentarios a: mildredkairo@gmail.com

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