La identidad, me preguntas
y yo te pregunto imagen te contesto alucinado
te veo instante
que mata
que despide
al anterior,
te siento mitad
y tercio.
Elizam Escobar, DISCURSO A LA NOCHE Y SONIA SEMENOVNA, VI
La última visita a Elizam fue descubrir que en la sala había una nube. Gris, colgando de una pared pero a pesar de su espejismo de ceniza era luminosa. Luminoso estaba el poeta, Elizam. Nos habló de la lucha, como una historia compleja y llena de matices. Hablaba como lo que es, un pintor con una sabiduría que se coloreaba en sus ensayos.https://claridadpuertorico.com/una-nube-en-la-sala-notas-antes-de-entrevistar-a-elizam-escobar-2/
La nube, símbolo de lo inescrutable en algunas culturas, estaba allí como algo refrescante. Ese anuncio de lluvia reparadora. Aguacero de mayo. Elizam Escobar estaba aquel día lleno de vida y, como siempre, lúcido en medio de algunas carcajadas.
Aprendimos mucho con él. Lo seguiremos haciendo porque no es solo un creador de nubes. Deja ensayos formidables de artificiero de las ideas, deja poemas y, por supuesto, una obra pictórica de las más importantes del siglo. En CLARIDAD lo extrañaremos, lo recordaremos -insistiendo en cantar aquel bolero- y agradecemos su legado.
