Editorial:Mujeres contra la deuda, la violencia y la desigualdad

Bajo el lema “Un 8 de marzo contra la Deuda –
Paro de mujeres”, la Coalición 8 de marzo convoca a una concentración en frente al edificio Seaborne –sede de la Junta de Control Fiscal– en el área de La Milla de Oro, a partir de las 2:30 pm. Allí expresarán a viva voz su rechazo a las medidas abusivas que la Junta y el gobierno de Ricardo Rosselló y el PNP han tomado contra las mujeres y demás sectores de nuestro pueblo. Reclamarán la equidad y la inclusión en las áreas neurálgicas y esenciales para la paz y la vida de nuestras mujeres, así como las medidas de emergencia que sean necesarias para atajar la violencia machista. La actividad será dedicada a la heroína nacional,
Lolita Lebrón, de quien se conmemora el
centenario de su nacimiento.

En Puerto Rico, las mujeres están llegando al límite. El impacto negativo sobre ellas de la crisis de la deuda, unida a la violencia machista y la estrechez creciente de recursos y oportunidades, está a punto de ebullición. Por eso, la jornada del 8 de marzo de este año –conmemorando el Día Internacional de la Mujer– se propone imprimir el énfasis y urgencia que merecen los justos reclamos de las mujeres, especialmente hoy que Puerto Rico encara la realidad de una mayor desigualdad en todos los órdenes; desigualdad que tiene principalmente rostro de mujer.

En cada investigación, estudio o experiencia práctica que se realiza desde nuestros pueblos y comunidades, se revela cómo las mujeres –especialmente aquellas que son también trabajadoras y jefas de familia– están siendo impactadas de manera particular por la vorágine social y económica que nos arropa. Esto, porque la cambiante sociedad puertorriqueña cada vez exige más de sus mujeres. Cada vez más, la suma de las cargas se vuelca contundentemente sobre ellas. Las mujeres representan el 52.4 % de nuestra población y el 46.2% de la fuerza laboral del País. Constituyen también la mitad entre los que obtienen grados universitarios, y en igual proporción, entre los que han tenido que emigrar hacia Estados Unidos a causa de la crisis y la falta de oportunidades. Aproximadamente 300 mil de ellas son jefas de familia, de las cuales la mitad viven en pobreza. Como si fuera poco, también son las principales víctimas de la violencia de género. El año 2018 terminó con 24 asesinatos de mujeres a manos de sus parejas, y una cantidad no precisada de mujeres desaparecidas, lo cual presenta un cuadro verdaderamente aterrador de la violencia machista en nuestro país. 

La crisis de la deuda está teniendo un impacto nefasto que las mujeres sienten de muchas maneras. Se siente en la reducción de salarios y beneficios, y en las reformas abusivas a las leyes y condiciones laborales que colocan en desventaja principalmente a las mujeres, quienes son también cuidadoras y responsables primarias por los hijos y el hogar. Se siente en la austeridad que raciona los servicios esenciales, especialmente en las áreas de salud y educación, obligando a muchas mujeres que son madres a dejar sus empleos y priorizar en la atención de sus hijos e hijas con condiciones de salud o necesidades especiales. También se siente en el abuso de poder de una nueva legislación dirigida a limitar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, ampliamente reglamentados en Puerto Rico por el Departamento de Salud. Igualmente se siente en la fórmula letal de aumentos y recortes decretados por la Junta de Control Fiscal en la Universidad de Puerto Rico, lo cual afectaría directamente el acceso y oportunidad de miles de mujeres jóvenes a una educación superior de calidad y costo razonable. Se siente de manera particularmente profunda también en la virtual paralización de servicios en el Negociado de Ciencias Forenses. Allí, donde se amontonan cadáveres que muchas madres y abuelas reclaman desesperadamente para darles sepultura, y donde se acumulan miles de muestras de material genético (“rape kits”) de igual número de víctimas de violación, principalmente mujeres y niñas cuyos agresores aún no han sido identificados, y mucho menos enjuiciados por su crimen. 

Un excelente ejemplo de la justa indignación de una mujer ante tanta injusticia lo ofreció en días recientes la joven maestra Elimar Chardón Sierra. Ella decidió ejercer su derecho a expresarse libremente y manifestarle su disgusto a la jueza federal Laura Taylor Swain– encargada de atender los casos de la deuda de Puerto Rico–por su decisión de aprobar el pago de la deuda de COFINA, acuerdo confiscatorio que amenaza con estrangular el progreso de nuestras futuras generaciones por los próximos 40 años. La profesora– quien enseña música a niños y niñas no videntes y fue descrita como una maestra ejemplar– fue arrestada por su acción por el FBI, acusada de hostigar a una funcionaria federal, y luego dejada en libertad bajo fianza por el tribunal de Estados Unidos en San Juan. La actuación valiente y digna de esta maestra simboliza la indignación colectiva que sienten en Puerto Rico miles de mujeres a quienes la crisis de la deuda y sus secuelas les han tronchado sus esperanzas, lanzándolas a la incertidumbre y la pobreza. Ella merece todo nuestro respeto y solidaridad, en desagravio por la represión y la fuerza bruta a la que fue sometida por el mero acto de ejercer su derecho a la libre expresión.

Por ejemplos como el de ella, y como el de las miles de mujeres que todos los días, desde sus casas, o desde donde estén, trabajan para construir un Puerto Rico más justo, equitativo e inclusivo, se celebrará con entusiasmo el Día Internacional de la Mujer. Bajo el lema “Un 8 de marzo contra la Deuda – Paro de mujeres”, la Coalición 8 de marzo convoca a una concentración en frente al edificio Seaborne –sede de la Junta de Control Fiscal– en el área de La Milla de Oro, a partir de las 2:30 pm. Allí expresarán a viva voz su rechazo a las medidas abusivas que la Junta y el gobierno de Ricardo Rosselló y el PNP han tomado contra las mujeres y demás sectores de nuestro pueblo. Reclamarán la equidad y la inclusión en las áreas neurálgicas y esenciales para la paz y la vida de nuestras mujeres, así como las medidas de emergencia que sean necesarias para atajar la violencia machista. La actividad será dedicada a la heroína nacional, Lolita Lebrón, de quien se conmemora el centenario de su nacimiento. ¡Por un 8 de marzo de dignidad, y contra la deuda, la violencia y la desigualdad! 

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