No hay excusas para quien alcanza el éxito

Por Edwin Feliciano/Especial para CLARIDAD

Las vías alternas muchas veces generan dolores de cabeza innecesarios en el deporte de alto rendimiento. En la mayoría de los casos, el trabajo estructurado, pensado, planificado y bien ejecutado tiene la posibilidad de cantar victoria en la élite. También, el carácter y el deseo permanente de superación ante la adversidad. Añado, igualmente, la determinación y entrega total de nuestras jugadoras por representar a su patria. Nacidas y criadas en Puerto Rico, nacidas y criadas en cuna boricua en cualquier parte del mundo. Todos ganamos, pues para lograr grandes triunfos debe haber unión para la victoria plena. 

Cabe destacar que el éxito de la Selección Nacional de Baloncesto femenino bajo el comando de Gerardo “Jerry” Batista, su excelente cuerpo técnico con Danny Ortiz y Gabriel “Kapi” Ruiz como asistentes, no es pura casualidad.

También, me resulta importante puntualizar que el camino al éxito ha sido sumamente difícil, drenante y retante durante décadas. Desde estereotipos por razón de género a no tener una cancha digna para practicar y una abismal diferencia al apoyo económico que recibe la rama masculina versus la femenina. Son muchas las mujeres que han luchado contra todo tipo de discrimen dentro y fuera de las canchas desde hace décadas. Su amor por el deporte ha roto con las barreras existentes en una sociedad machista. Hay heroínas y héroes que han transformado conciencias mediante el deporte. No obstante, siendo justos, hemos fallado.

Me remonto a la victoria histórica ante Brasil en el recién disputado repechaje olímpico en Francia donde las lágrimas de Pamela Rosado, fueron lágrimas que, gota a gota, trajo el recuerdo de Cusa Rivera, Juanita Rivera, Benibel Carrión, Damaris Colón, Natalia Meléndez, Carla Cortijo, Yanira Liceaga y muchas otras figuras que han dedicado sus vidas enteras al basket. Generación tras generación, mujeres que han llenado de valentía y coraje a para romper con los estigmas que todavía hoy, continúan latentes, pero bajo asedio por la garra y el tesón de estas mujeres que han sido un ejemplo de lucha y sacrificio para todos.

Esta hazaña histórica, de llegar al Olimpo del Básket femenino por primera vez en nuestra existencia, es una razón poderosa, de tantas que hay, para redoblar esfuerzos, reconocer defectos (para corregirlos) y virtudes que provoquen un impulso mayor y duradero en la disciplina del baloncesto femenino en Puerto Rico. 

Hago un pequeño, pero importante paréntesis para reconocer a quien considero una leyenda y un férreo defensor del baloncesto femenino: Jerry Batista. En todos los niveles, Batista ha sido clave en la formación de muchas niñas, adolecentes y mujeres profesionales a través del basket. Su amplio conocimiento y experiencia hacen que Jerry, también defensor del deporte universitario, haya sido el director técnico de la primera selección femenina boricua que alcanza unos Juegos Olímpicos. 

¡Las Guerreras de Borinquen!

No lo dude, las mujeres boricuas, en los últimos años, han sido las protagonistas principales de los éxitos deportivos más importantes de Puerto Rico. Sin embargo, todavía existen personas con la osadía de menospreciar el deporte femenino. Por suerte y trabajo, los resultados hablan por sí solos. 

Falta mucho camino por recorrer, pero la voluntad de progresar es inquebrantable. Por tal razón, y muchas más, debemos buscar vías para propiciar una sociedad más justa en Puerto Rico. El deporte es un arma de construcción masiva si la utilizamos sabiamente. 

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