No time to Die: ¡Qué final para el James bond de Daniel Craig!

 

En Rojo

Director: Cary Joji Fukunaga; guionistas: Neal Purvis, Robert Wade, Cary Joji Fukunaga; autor Ian Fleming; cinematógrafo: Linus Sandgren; elenco: Daniel Craig, Léa Seydoux, Ana de Armas, Lashana Lynch, Naomie Harris, Jeffrey Wright, Rami Malek, Christoph Waltz, Rory Kinnear, Billy Magnussen, David Dencik, Ralph Fiennes, Ben Whishaw, Lisa-Dorah Sonnet.

Como seguidora de las aventuras del agente 007 y admiradora, de principio a fin, de las interpretaciones de Sean Connery y Daniel Craig, saber que No Time to Die era el tan anunciado final del magnífico Craig como James Bond, con o sin su código de 007, me provocó tristeza, pero a la vez gran curiosidad de cómo iba a ser ese final. Sin duda, lograron su fin: conservar y desarrollar la personalidad de Bond/Craig y mantener nuestra admiración por este personaje que ha vivido entre nosotrxs por casi 60 años. Como ha sucedido anteriormente, Bond toma la decisión de retirarse del servicio secreto de su Majestad, lo que en verdad significa, simplificarse la vida y distanciarse de todas las agencias/compañías/empresas/individuos que siempre están a su acecho. Por lo general, ese aislamiento va acompañado de una pareja que ha logrado tener toda su atención y hasta olvidarse de algo de su pasado. Este Bond de Craig puede coquetear con todas las mujeres que se crucen en su camino, hacer la matemática a ver cuál de ellas lo quiere asesinar y además encontrar el amor de su vida. Bond se enamora y cuando le rompen su corazón, se vuelve más frío y distante hasta que otra mujer le pide que se desnude en cuerpo y mente frente a ella.

En No Time to Die, esa mujer que amó intensamente, Vesper Lynd, está presente, aunque Madeleine Swann (Léa Seydoux) ahora—y desde el final de Spectre—esté en su vida de hombre retirado que ha cortado todos sus lazos con su gobierno y ha encontrado su nido de amor en un pueblecito hermosísimo de Matera, Italia. Como ha sido el guion de todas estas aventuras del agente 007, antes que anuncien el título del filme, este paraíso se ha perdido al igual que la vida en reposo de Bond. ¿Y quiénes son los enemigos de Bond en su carácter personal y el oficial? Aunque encarcelado, Blofeld (Christoph Waltz), supuestamente con problemas mentales severos que no le permiten comunicarse con nadie, Bond está seguro de ser el empleador de los asesinos que lo persiguen hasta Santiago de Cuba (filmado en San Antonio, Jamaica). Por otro lado, el traumatizado Safin (Rami Malek), ha logrado su venganza personal y ahora quiere acabar con el mundo que le hizo tanto daño a él y a su familia. El primer problema que enfrenta Bond es cómo lograr que lo restauren como agente cuando ya él renunció cuando estaban a punto de despedirlo por su gran problema en acatar órdenes y llevar a cabo sus misiones con precisión. Lo encontramos en un lugar indefinido donde hasta su código, 007, ha sudo asignado a otra agente, Nomi (Lashana Lynch).

Como siempre Bond ha sido tan persuasivo que M (Ralph Fiennes) lo acepta nuevamente, aunque sólo sea para una sola misión y sus siempre aliados, Q (Ben Whishaw) y Moneypenny (Naomie Harris) lo ayudan a desviarse de las rutas trazadas por su superior. Antes de integrarse nuevamente al “servicio de su Majestad”, se encuentra con su viejo amigo de la C.I.A., Felix Leiter (Jeffrey Wright) que pide su ayuda para secuestrar a un científico ruso que se ha convertido en una bala perdida, pero de mucho valor para otros gobiernos, Obruchev (David Dencik). Así llegan a Cuba donde su contacto es Paloma (Ana de Armas), quien se canta una principiante en estos asuntos. Trenzado en todo esto está la mujer que por segunda vez le ha roto el corazón a Bond, Madeleine, lo que no parece capaz de tolerar ni perdonar.

Repasando mis escritos anteriores sobre Bond/Craig, incluyo unos extractos para afirmar lo bien que la franquicia ha trabajado con este actor que transformó al personaje de Ian Fleming. 1. Casino Royale (Martin Campbell 2006): “Este filme es el primero del nuevo intérprete de James Bond, Daniel Craig. Con unos ojos azules y una personalidad similar a la de Steve McQueen, este Agente 007 es agresivo con todos–incluyendo a su jefa M, desafía cualquier restricción que le tratan de imponer, no teme retar de frente a sus enemigos, y no parece apiadarse o conmoverse por nadie. Esta sangre fría lo hace un agente perfecto para los nuevos enemigos del mundo: los traficantes de armas, drogas y carga humana. Gracias a la globalización ya no hay naciones enemigas sino villanos a veces detestables pero la mayor parte muy apropiados por su posición privilegiada en el mundo de los negocios.”

  1. Quantum Solace (Marc Forster 2008) “En la escena inicial de este filme, Bond es perseguido por varios autos de donde le disparan con todo tipo de armas, tratan de chocarlo y aplastarlo para que se detenga y, por supuesto, no lo consiguen. De inmediato se hace la conexión con Casino Royale ya que el cargamento es White, el personaje que ideó el robo y obliga a Vesper a traicionar a Bond. Pero en vez de ser la conclusión de la historia anterior lo contrario ocurre: todo queda en suspenso cuando White logra escapar nuevamente. De aquí en adelante se dan dos cosas muy interesantes: la desconfianza hasta de los agentes mejor entrenados tanto de la Inteligencia Británica como de la C.I.A. y la coreografía paralela (modelada en los Godfathers) en persecuciones y escapes. Mientras Bond persigue al agente que intentó matar a M por sótanos, calles y azoteas, en la superficie se celebra una famosa carrera de caballos en el pueblo de Sienna en Italia. Mientras se dramatiza la tragedia de “Tosca” en el gran teatro de Austria, Bond escapa de sus perseguidores a través de la laberíntica cocina del lugar.”
  2. Skyfall (Sam Mendes 2012): “Hay un cambio de liderato en MI-6 con la presión que ponen los nuevos administradores en M para que se acoja al retiro después de lo que ellos consideran su fracaso en controlar a Bond. Al parecer la relación apasionada y antagónica que han cultivado a través de los años hace que Bond actúe independientemente, tome riesgos innecesarios y se vaya en largas vacaciones a lugares desconocidos para M. La crisis que enfrenta la agencia de seguridad del Reino Unido es el robo del chip que contiene los nombres y ubicaciones de todos sus agentes. No solamente parece imposible de recuperar, sino que el nuevo enemigo ha penetrado los sistemas computarizados de la agencia. Y para añadir más desesperación, el responsable es un ex agente, Silva (interpretado deliciosa y malévolamente por Javier Bardem), cuya mentora fue precisamente M y este intento de destruir la agencia es más que nada una venganza personal.”
  3. Spectre (Sam Mendes 2015): “La búsqueda y persecución de uno de los enemigos de M, la anterior directora del Servicio Secreto (interpretado por Judi Dench), se confunde con trazos de la niñez de Bond. Por eso el hermoso y catastrófico despliegue de imagen y movimiento de la apertura del Día de los Muertos en Ciudad México (la toma del Zócalo es imponente) sienta el paso con la imagen de la calavera y el alcance de su objetivo, aunque fuera parcialmente. Londres siempre es el centro de operaciones y Bond tiene que regresar y rendir cuentas después de cualquier operación ordenada o no. M, su nuevo jefe (Ralph Fiennes sustituye a Dench), puede no aprobar de las libertades que se toma Bond, pero en este momento crítico para su organización, tiene que neutralizarlo al no asignarle una nueva misión y obligarlo a marcarse para poder rastrearlo. C es la cabeza de una organización de seguridad e inteligencia que opera como una agencia privada que vende sus servicios a los gobiernos. Al crear esta sombrilla no hay lugar para la individualidad que caracteriza a MI-5 y MI-6 y por eso el próximo paso es desmantelarlos.”

No Time to Die es el maravilloso final muchas veces anunciado de la serie Bond/Craig y es un digno final porque ata todos los cabos de las historias anteriores y añade elementos humanos siempre escondidos o ensombrecidos para un personaje que controla todo a su alrededor, especialmente sus sentimientos. Algunas historias se cierran, perdemos algunos de los personajes que han acompañado a Bond/Craig a través de los cuatro anteriores episodios, pero cada escena es pura energía, confrontación, movimiento y acción que nunca se detiene. Echaré mucho de menos a Daniel Craig, pero James Bond se recreará con otra dinámica en par de años. Recomiendo un excelente artículo en el número especial de la revista Maclean’s dedicado a James Bond, escrito por Brian D. Johnson, “James Bond: The Evolution of an Iconic Franchise—and the Coolest Secret Agent of All Time” (octubre 6, 2021).

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