Ordenan el cierre de la escuela Montessori de Lajas

 

CLARIDAD

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Como una acción de represalia, de miedo a posibles repercusiones. Eso es lo que parece explicar la determinación del secretario interino del Departamento de Educación (DE), Eliezer Ramos Parés, de ordenar el cierre de la Escuela Montessori Alejandro Tapia y Rivera en la comunidad La Parguera de Lajas, luego de que la visitara Chris Soto, asesor del secretario del Departamento de Educación de Estados Unidos.

La escuela, que fue rescatada por la comunidad, había recibido el aval del DE para que sus estudiantes regresaran al plantel en el mes de octubre. CLARIDAD hizo un reportaje a mediados de septiembre sobre el trabajo de la comunidad para rescatar el plantel con la ayuda de comerciantes de la zona y organizaciones ambientales. La escuela es una especializada en Ciencias Marinas y Agricultura.

Sin embargo, para sorpresa de padres, maestros y estudiantes, el martes 19 de octubre, solo horas después de que Soto visitara la escuela, se les envió una minuta con una lista de irregularidades y les informaron que se había ordenando el transporte de mesas y sillas a la Escuela Elemental Urbana.

“La comunidad se quedó bruta, no entendimos”, expresó la líder comunitaria Maragely Torres Mercado, quien estuvo presente durante la visita de Soto. Añadió que entendía que el DE no tenía conocimiento de la visita del departamento federal y que la acción de cerrar fue en reacción a posibles señalamientos, cosa que, aclaró, no era la pretensión de Soto. Su impresión es que Soto quedó encantado con la visita y con lo que escuchó de los estudiantes. “Escuchó a la comunidad y se fue con una sonrisa de oreja a oreja, encantado con el proyecto y con el compromiso de la asignación de fondos. Al parecer, no les gustó mucho encontrarse con la visita federal y en la tarde recibimos la carta de cierre del plantel”.

Al día siguiente, se les informó que se iba hacer la mudanza de la escuela y se les reiteró lo del cierre. El DE envió un camión desde Carolina a recoger los materiales. Ese día, el jueves 28 de octubre, la comunidad mantuvo una protesta frente a la escuela. Itsa López, madre de un estudiante, contó a CLARIDAD que el personal del DE se llevó todo lo que estaba marcado con el registro del Departamento, pero que la comunidad no permitió que se llevaran los equipos que fueron donados por distintas entidades privadas, de los cuales ellos poseen recibo de compra.

Ese mismo día, la escuela fue visitada por Wendy Colón, asistente especial del secretario; el director de la región de Mayagüez; un arquitecto y el ingeniero Enrique Questel Pereira, director de infraestructura del DE, quienes identificaron las “irregularidades”. Entre los señalamientos hubo que no hay protocolos de sanidad para la distribución de alimentos —que se hace desde un gazebo al aire libre—, que la escuela tenía un pillo de agua y que no tenía electricidad.

Todos estos señalamientos, denunció Torres Mercado, desde el mes de junio la comunidad los ha estado informando y reclamándole al DE que los atienda, pero no fue hasta la visita del ente federal que el DE parece ahora dispuesto a atenderlos. En el caso del agua, aclaró que la misma Autoridad de Acueductos y el municipio habían trabajado para arreglar la tubería de agua y corregir lo del pillo. La falta de cocina se debe a que la escuela estuvo cerrada por varios años como sucede con el servicio de luz.

Tras la inspección, a la comunidad escolar todavía no le han dado una explicación de qué motivo el cierre del plantel ni le han ofrecido opciones para poder reabrir, denunció Itsa López.

Reacciona Educación

En tanto el Secretario del DE en declaraciones escritas a solicitud de CLARIDAD respecto a la situación de la escuela, alegó en primer plano que el plantel está cerrado desde el 2018 y que trabajos de inspección llevados a cabo reciente por ingenieros de la agencia detectaron “serios daños a la estructura lo que requerirá mejoras de algunos espacios y la demolición de otros edificios que están en mal estado”.

Según el Secretario el DE apoya la iniciativa que se pretende desarrollar en la escuela, y que el proyecto se desarrollara una vez la estructuras estén reconstruidas y certificadas como aptas. Atribuyó la visita de personal del DE a la escuela a supuestas quejas recibidas de padres de estudiantes y que fueron múltiples las deficiencias encontradas, y en efecto mencionó los mismos señalamientos reconocidos por la propia comunidad escolar.

“De manera temporal, mientras se desarrollan los trabajos, los 55 estudiantes han sido ubicados en la escuela urbana; una estructura amplia, segura y con espacios abiertos donde la comunidad montesoriana podrá desarrollar su metodología sin limitaciones y pudiendo cumplir con la prestación de servicios para cada estudiante”.

En sus declaraciones Ramos Parés no hace alusión alguna a la visita de Chris Soto, ni cuando comenzarían los trabajos de reparación, ni que la escuela había sido autorizada a recibir estudiantes.

 

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