Organizaciones magisteriales en desacuerdo con el anuncio de retorno a las escuelas

CLARIDAD

La presidenta del grupo EDUCAMOS, Migdalia Santiago, tildó de irresponsable al gobernador entrante, Pedro Pierluisi, tras este decir en conferencia de prensa el pasado 4 de enero que se prevé el reinicio de las clases presenciales en las escuelas públicas y privadas del país a principios de marzo de este año.“Es muy irresponsable de parte del nuevo gobernador de Puerto Rico decir lo que no sabe. Las escuelas de Puerto Rico no están listas, no estuvieron listas durante los temblores, no están listas para el reinicio del curso presencial”, dijo Santiago en entrevista con CLARIDAD.

 

Por su parte, Grichelle Toledo, secretaria general de la Asociación de Maestros de Puerto Rico (AMPR), consideró irreales las expresiones del recién juramentado gobernador: “Hasta que no haya un 70% de la población vacunada contra el Covid-19 y el proceso de inmunidad se desarrolle en la gente, tenemos que ser bien cuidadosos al hablar de un retorno presencial a la sala de clases”, dijo.

“Pretender y decir categóricamente que iniciamos presencialmente en marzo es irreal. Eso es bien poco probable”, continuó.

Asimismo, el vicepresidente de la Federación de Maestros de Puerto Rico (FMPR), Edwin Morales Laboy, hizo un llamado a la administración entrante a tener cautela ante los procesos de retorno a las aulas. “Hay que ir paso a paso. Establecer comités de salud y seguridad por escuela para que estos organicen protocolos particulares para cada escuela. Paso a paso para que no implique un retroceso en los contagios”, expresó públicamente.

Los tres portavoces coincidieron en que los miembros del magisterio están prestos para trabajar en las escuelas y son conscientes de la necesidad de retomar las clases presenciales, pero, además, en que la salud y la seguridad de la comunidad escolar tienen que ir por encima de cualquier consideración de término académico.

Sobre la infraestructura de las escuelas públicas, Migdalia Santiago comentó que, por ejemplo, el plantel de la escuela superior Juan Ponce de León en la avenida Barbosa de San Juan, donde enseña, solo tiene dos lavamanos para una matrícula de 300 estudiantes. Hay otros planteles escolares que disponen de un solo lavamanos, añadió también Toledo. A juzgar por ellas, esto es indicativo de que las escuelas no están preparadas para recibir a la comunidad escolar porque en muchas no se podría seguir las recomendaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) para mitigar el contagio con el virus.

“Las escuelas se pueden abrir, como estuvieron abiertas de agosto a diciembre; pero que sea para desinfectarlas y prepararlas”, dijo Toledo. Antes de retomar la modalidad presencial, “tenemos que garantizar que esté disponible todo el equipo necesario, que haya estaciones para lavado de manos, establecer horarios para que se pueda desinfectar”, añadió.

Según los entrevistados, tampoco podría reiniciar el curso presencial en marzo si se considera el proceso de vacunación de los maestros y maestras. El general de la Guardia Nacional, José Juan Reyes, ha dicho públicamente que el personal de las escuelas pertenece a la etapa 1B de vacunación, por lo que recibirán la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19 después del personal de salud y de las personas de 65 años de edad o más. Las 40 mil personas que trabajan en las escuelas públicas del país comenzarían a vacunarse a partir del 15 o 20 de enero.

“Que Pedro Pierluisi diga que los maestros estarán vacunados en febrero sugiere que van a cambiar el plan ya establecido o que está mintiendo para las gradas”, afirmó Santiago.

“A eso le añade que la niñez y la juventud no son parte de los sectores  de la población para los que se aprobó la vacuna, por lo tanto, no serán vacunados y seguirán siendo posibles transmisores del virus”, añadió la portavoz de EDUCAMOS. El cuadro se complica entre los estudiantes si se tiene en cuenta que los topes de matrícula por salón son entre 25 y 30 alumnos. “No habría seguridad de distanciamiento físico ni se podría velar por que los niños se mantengan con las mascarillas y se laven las manos cada dos horas”, dijo Santiago.

La administración pasada había estructurado un protocolo para utilizarlo al momento de retornar a las aulas, y la nueva secretaria de Educación, Elba Aponte, quien era la presidenta de la AMPR, debe estar enterada de ese plan, señaló Migdalia Santiago.

“El plan había sido empezar de manera híbrida cuando hubiera las condiciones según las especificaciones del CDC: contagios en menos del 5% y que ese patrón se mantuviera por dos semanas. En Puerto Rico no hemos disminuido a ese nivel de contagio (actualmente la isla tiene una tasa de contagio de sobre el 10%), así que no hay las condiciones”, indicó la maestra.

Según la portavoz de la AMPR, ese protocolo se comenzará a implementar con los empleados que se reporten a los planteles escolares a partir del 8 de enero. Pero Toledo hizo la advertencia  de que, tras el receso navideño, esos empleados volverán a la escuelas sin estas haberse limpiado y desinfectado.

“El retorno a la modalidad presencial implica, además, la compra de miles de mascarillas, de desinfectantes, y eso ninguna escuela lo ha recibido todavía”, aseguró Santiago.

La Federación no descarta la resistencia de sus miembros a acudir a los planteles escolares a impartir clases en caso de que no se cumpla con todas las medidas necesarias y recomendadas por los sectores salubristas.

“No quisiera pensar que al poco tiempo de la reapertura tengamos que asistir al entierro de algún miembro de la comunidad escolar. Hay que ser responsables. No estamos hablando de una fábrica de salchichas, sino de la escuela pública de este país, de más de 20 mil maestros, 300 mil estudiantes y miles de empleados del comedor y de mantenimiento”, concluyó Santiago.

 

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