Poemas de GRETCHEN LóPEZ

Zaruk

Si la mar fuera de leche 

Yo me haría pescador 

Pescaría mis dolores 

Con palabritas de amor 

Copla sefardí 

Hay una tierra sonora. 

Soñada. 

Por tiempos 

el mar la devora. 

La seca y la deshoja. 

A los judíos se les ofreció 

una tierra que uye leche y miel. 

Zaruk ahora duerme

bajo un manto de agua de sal. 

Si me llevo esta luz que ilumina las mezquitas, 

si me llevo el aroma de los azahares 

atados a los rizos, 

¿podrá Zaruk un día 

despertar de su sueño? 

¿Salir de las entrañas de la sal? 

Si me llevo conmigo todo lo visto y oído, 

¿podrá algún día Zaruk 

flotar abundante sobre un mar de leche? 

Cuatro millones de pescadores

habitan Zaruk. 

Y todos tienen hambre de peces que no duelan. 

Los jardines, los versos 

En un jardín de Córdoba 

los poetas leen versos. 

Los escucho ensartar las palabras. 

Colgarlas en los huecos de un templo en ruinas. 

Llegué por el olor a romero que destilan sus gargantas. 

Llegué porque Cataluña arde 

mientras un archipiélago olvidado 

cuelga el hambre y la sed 

de los árboles sin hojas. 

Allí los poetas cuelgan también sus versos famélicos 

que huelen a combustible. 

Artículo anteriorMARTIN LUTHER KING: ANTI-CAPITALISTA Y ANTI-IMPERIALISTA
Artículo siguienteRedescubrir nuestra fuente interior