Octubre en Pie
De tanta noche pleno voy cayendo,
la luz vivida ya de mi ejercicio,
el claro sentimiento de mi oficio
en la pena del ojo residiendo.
De tanta noche tanta padeciendo
rebota el corazón sobre mi juicio;
un OCTUBRE de plomo en sacrificio,
el aire de mi mano está pidiendo.
Decidido elaboro en mi caída
una lanza de sal para mi herida
y una herida de sal para mi lanza;
que en mitad de la sangre amanecido,
si me pierdo salvando lo perdido,
daré la perdición por esperanza.