Por una Patria nueva

Por Denis Márquez Lebrón

Especial para CLARIDAD

El pasado domingo 1 de diciembre, en un abarrotado Complejo Ferial de Ponce, se celebró la Asamblea del Partido Independentista Puertorriqueño.  En la misma se ratificaron nuestras candidaturas nacionales a la Gobernación, Comisaría Residente, Senado por Acumulación y Cámara por Acumulación.  Personalmente fue un gran privilegio estar juntos a un inmenso grupo de patriotas, reunidos para una vez más reafirmar nuestro compromiso por la independencia de Puerto Rico y la justicia social.

La Asamblea fue dedicada a la juventud combativa del verano del 19, integrada en gran parte por la juventud independentista que estuvo representada en la asamblea por un grupo de jóvenes pipiolas y pipiolos que han asumido diversas candidaturas, demostrando con su ejemplo, que forman parte de esa generación de los que no se dejan.  Se unen de esta manera, a cientos de compañeros y compañeras que son parte de la generación de los que nunca se han quitado, constituyendo el ejército de 1,026 candidatos que componen la papeleta del PIP en todo Puerto Rico, proponiendo candidatos y candidatas de altura, compromiso y patriotismo para todos los puestos electivos del país.

Nuestra asamblea, que ratificó las candidaturas que se proponen desde la base de nuestros comités municipales, seleccionó a mi compañero de papeleta del 2016, Juan Dalmau Ramírez, como nuestro candidato a la Gobernación del 2020, a Luis Roberto Piñero como su compañero de papeleta para la candidatura a la Comisaría Residente en Washington y a mi compañera de mil batallas en la calle, María de Lourdes Santiago al Senado por Acumulación.

Unido a este grupo de patriotas que se ponen a la disposición de todo el país para cambiar el curso de nuestra historia y transformar el gobierno de Puerto Rico, la asamblea me concedió la responsabilidad de continuar con nuestro trabajo fiscalizador y de promoción de la justicia social, desde la candidatura a la reelección como Representante por Acumulación.

Hace cuatro años, acepté la encomienda de ser el candidato del  PIP a la Cámara.  Con el apoyo y el voto de miles de puertorriqueños fui electo.  Desde el día uno en la Cámara  comenzamos nuestra jornada, nuestra lucha en representación de la mayoría de este país que exige y reclama democracia y justicia social, decencia y honestidad; ante la realidad de una Cámara subordinada –como todo el país- a la expresión más burda del colonialismo que es la Junta de Control Fiscal, la cual ha actuado en contubernio con los que insisten en darle la espalda al país.  Constantemente, retamos a la legislatura de Puerto Rico a que no fuesen cómplices de la Junta, proponiendo la eliminación del presupuesto de la misma y a no allanarse a sus mandatos, a no reconocer sus vetos a las legislaciones, y a representar lo que reclama el país, mediante la confrontación a ese ente colonial y anti democrático.  Asumimos con patriotismo y determinación, la palabra empeñada de María de Lourdes durante su campaña a la gobernación en el 2016 de que ¡a la Junta de Control de Fiscal, ni un vaso de agua!

En este cuatrienio, hemos batallado por preservar la educación pública y gratuita, oponiéndonos al cierre de cientos de escuelas, pero no solo con palabras, sino con acción.  Participando en cada piquete, en reuniones con las comunidades escolares, denunciando a la criminal y corrupta empresaria que dirigía el Departamento de Educación.  Además, apoyando mediante la presentación de legislación, distintos proyectos comunitarios de rescates de escuelas como, por ejemplo, MARES en Levittown, y Las Carolinas en Caguas.

Denunciamos y combatimos el crimen del mercado de la salud y presentando legislación para un plan universal de salud.  Luchamos y defendimos el patrimonio nacional y la cultura puertorriqueña, protegiendo murales y apoyando a nuestros artistas, escultores y cineastas.  Batallamos por la justicia social, por el acceso a los tribunales de los más necesitados, en contra de la criminalización del independentismo y del carpeteo digital; para que las leyes respeten los derechos humanos y la diversidad de relaciones humanas, por la equidad y en contra de la violencia por género.

Siempre, durante toda mi vida he luchado por los derechos de la clase trabajadora en el empleo público y privado, en contra de la reforma laboral y he promovido legislación de avanzada para proteger sectores marginados y discriminados.

Desde el principio del cuatrienio denuncié la odiosa agenda de la Junta de destruir nuestra Universidad, de mutilar su presupuesto y quitarles derechos a los estudiantes, de eliminar –en complicidad con el gobierno- su sistema de retiro y el cierre de varios recintos.  Hoy, más que nunca, hay que levantar la voz y la acción en defensa de nuestra universidad para que siga siendo pública y accesible.

Hemos dado la batalla y seguiremos dándola por la defensa de las pensiones de miles de trabajadoras y trabajadores públicos, el reclamo es y será ni un solo centavo de recortes a nuestros pensionados y pensionadas.

Renovamos nuestro compromiso, asumido con orgullo y patriotismo en enero de 2017.  Continuaremos la constante lucha por nuestros recursos naturales y el medio ambiente, por defender la protección a las reservas naturales y ampliar las mismas; impulsando la legislación que elimina el uso del glifosato en nuestros suelos; evitar que la Junta de Planificación junto a los grandes intereses destruya miles de cuerdas de terreno que son de conservación y para la agricultura.

Seguiremos insistiendo en la transformación de nuestro sistema energético a uno renovable, en continuar defendiendo a la AEE como una corporación pública, en que la energía sucia del carbón desaparezca de nuestra nación. Reconocer que gracias a la lucha en la calle de nuestras pipiolas y pipiolos de Peñuelas, logramos finalmente mediante legislación la prohibición del depósito de cenizas en Puerto Rico.

Tenemos que continuar insistiendo en nuevas políticas y acciones para atender el problema de la criminalidad y la narco dependencia ante los fracasados modelos punitivos y conservadores.

De igual forma denunciamos, fiscalizamos, y combatimos toda legislación y acciones que perjudican este país, de frente, en el hemiciclo, en la vistas públicas, pero sobre todo en la calle, con los estudiantes, con los pensionados, con las trabajadoras y trabajadores, estando en solidaridad, siempre presente en nuestra acción política y legislativa. Abrimos camino para que se conociera una nueva voz que defendiera el país.

Durante todo este cuatrienio, la delegación del PIP en la Legislatura trabajamos en equipo, representados en ambos lados del Capitolio, y el próximo cuatrienio, esta vez junto a María de Lourdes, lo volveremos a hacer.

Vamos de nuevo a la Cámara con más ímpetu, con más optimismo, con una inmensa alegría porque estaremos respaldados por la gente que sale todos los días a luchar, por los que quieren trasformar este país y por los que reclaman justicia, libertad y solidaridad.  Por los que quieren reconstruir esta nación, y ver un nuevo amanecer para nuestra patria.  Pero sobre todo hemos defendido y vamos a continuar defendiendo el derecho de este pueblo a su libertad, a acabar con el colonialismo de una vez y por todas, para que podamos mandar en nuestra nación y reconstruir una patria nueva, desde nuestra INDEPENDENCIA. ¡QUE VIVA PUERTO RICO LIBRE!

El autor es representante a la Cámara por el Partido Independentista Puertorriqueño

Artículo anteriorColonialismo con cadena corta
Artículo siguienteLos Derechos Humanos y Puerto Rico