Presidente de México: “No estamos viviendo un mero cambio de gobierno sino un cambio de régimen”

 

Por Enrique Moreno Gimeranez

Tras nueve meses de asumir la presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), presentó este 1ro. de septiembre su Primer Informe de Gobierno en el Palacio Nacional. A diferencia de sus predecesores, no colmó de cifras su discurso, sino que ratificó en esta oportunidad la agenda política de su administración.
“Nada ha dañado más a México que la deshonestidad de los gobernantes y esa es la causa principal de la desigualdad económica y social, y de la inseguridad y de la violencia que padecemos. Por eso, si me piden que exprese en una frase cual es el plan del nuevo gobierno, respondo: acabar con la corrupción y con la impunidad”, expresó el Presidente de la nación azteca.
En su intervención, según el sitio de la Presidencia de México, AMLO hizo referencia al compromiso de emprender la Cuarta Transformación de la vida pública de México, asumido desde su toma de posesión el 1ro. de diciembre de 2018. Entre los primeros aspectos planteados por el mandatario como exponentes de dicha transformación destacan la separación entre el poder económico y el poder político, y la determinación de transitar hacia una verdadera democracia.
Precisó que quien utilice recursos públicos o privados para comprar votos o quien destine el presupuesto para favorecer a candidatos o partidos, irá a la cárcel sin derecho a fianza. Por otra parte, exhortó al Congreso a aprobar su propuesta de reforma constitucional para la revocación del mandato, un mecanismo efectivo de control de los electores sobre los elegidos.
En materia de política exterior, reafirmó la “cooperación, amistad y respeto para todos los países del mundo y, particularmente, para las naciones hermanas de América Latina y el Caribe”. Especial atención revistió la relación bilateral con Estados Unidos que, a su juicio, debe basarse en el respeto mutuo, la cooperación para el desarrollo y la solución negociada a problemas comunes, entre los cuales sobresalen los fenómenos migratorios.
Su mirada profunda en atender las causas de la migración, y no las consecuencias como hicieron otros políticos mexicanos, resulta esencial en este complejo asunto: “Se busca involucrar a los gobiernos de Estados Unidos y a los del llamado Triángulo del Norte centroamericano –Guatemala, Honduras y El Salvador– en la construcción de mecanismos de reactivación económica, bienestar y desarrollo, a fin de desactivar el fenómeno migratorio (…), que únicamente emigren quienes deseen hacerlo por voluntad y no por necesidad”.
Su propuesta económica defiende la honestidad y la austeridad en la forma de vida y de gobierno, con el objetivo superior del bienestar “material y del alma” de los ciudadanos. AMLO reiteró en este escenario su convicción de trabajar en primer lugar por los pobres: “El país no será viable si persisten la pobreza y la desigualdad (…). Dejemos a un lado la hipocresía neoliberal y reconozcamos que al Estado le corresponde atemperar las desigualdades sociales”.
En este sentido, además de un programa de medidas en beneficio de la población, se impulsa una nueva política productiva.
La inseguridad y la violencia delictiva en el país constituyen el principal desafío para el ejecutivo de López Obrador. Sobre este aspecto, el Presidente mexicano criticó el resultado de la estrategia aplicada por sus predecesores. En su lugar, defendió una política integral de justicia, paz y seguridad ciudadana: con mejores condiciones de vida y de trabajo, con la existencia de un Gabinete de Seguridad encabezado por el Presidente de la República y con réplica a escala estatal y regional, y de tolerancia cero a la tortura y a violaciones a los derechos humanos.
Asimismo, insistió en que no habrá descanso hasta saber el paradero de los jóvenes de Ayotzinapa y que ni el Ejército ni la Marina se utilizarán para reprimir al pueblo, como ocurrió en el pasado.
Dicen algunos analistas internacionales que nueve meses es un corto periodo para evaluar la gestión gubernamental. Sin embargo, la conducción de López Obrador al frente del ejecutivo mexicano ya muestra importantes resultados, si tenemos en cuenta que en este mismo lapso de tiempo un ser humano llega a la vida.
No albergo ninguna duda de que la transformación profunda de la vida pública de México será un complejo camino y un gran desafío, aún mayor tras las propias palabras de AMLO: “No estamos viviendo un mero cambio de gobierno sino un cambio de régimen”.
A la oposición le habló de frente y con claridad, con la seguridad de que “están moralmente derrotados”. No obstante, la solidez de su proyecto dependerá, más allá de la firme voluntad política de su administración, del apoyo popular de la mayoría a la transformación emprendida, del vínculo permanente con los sectores sociales en la base, y de no subestimar jamás a los adversarios, tanto internos como externos, especialmente a las ambiciones imperiales. En tanto, el Gobierno de México se propone demostrar que sí es posible una alternativa en épocas de restauración neoconservadora en la región.

EN CIFRAS AVANCES DEL GOBIERNO DE AMLO

54 200 millones de dólares han crecido las reservas internacionales de diciembre de 2018 a julio de 2019.

300 000 nuevos empleos se han creado en los primeros siete meses de este año.

16 % aumentó el salario mínimo este año. 

10 millones 90 000 becas en todos los niveles están recibiendo estudiantes, lo que significa una inversión en el año de 60 000 millones de pesos, algo nunca visto en la historia de México.

930 000 jóvenes en el programa de Construyendo el Futuro están trabajando como aprendices.

100 universidades públicas y gratuitas se abrieron en regiones pobres y marginadas del país.

Reproducido de Granma Internacional.

Artículo anteriorLa reina Nydia
Artículo siguienteLibertad de prensa o prensa para la libertad: El conversatorio