Recaudos suben pero servicios esenciales NO

Por Cándida Cotto

ccotto@claridadpuertorico.com

Aun cuando los recaudos del Fondo General (FG) del gobierno central llegaron a la cifra de $773,6 millones netos este pasado mes de septiembre, el gobierno de Puerto Rico no está usando este dinero para reducir la austeridad aplicada al gasto social, frenar la reducción de empleados públicos, ni para atender a las personas damnificadas por el huracán, sino para aumentar el pago provisto para la deuda.

Así lo establece el informe económico, En compás de espera, del profesor José Caraballo Cueto, director del Centro de Información Censal, del Recinto de Cayey, de la Universidad de Puerto Rico (UPR-C). De acuerdo con dicho informe, esta cifra de recaudos es la más alta para cualquier mes de septiembre desde 2010. En particular, los recaudos aumentaron 18,3% al compararse con septiembre de 2018, gracias a más recaudos de los impuestos sobre ingresos individuales y corporativos.

Caraballo trae a la atención que, de acuerdo con el plan de ajuste de deuda presentado recientemente, el gobierno pagará con impuestos en el año fiscal 2021 cerca de $2.000 millones de dólares a los pensionados y otros $2.000 millones a los bonistas de las distintas entidades gubernamentales. Destaca que esos pagos a distintas deudas no son muy diferentes a lo ocurrido en el año fiscal 2015, cuando se pagaron con impuestos unos $4.200 millones de dólares a bonistas: “la gran diferencia es que ahora se hizo espacio en el presupuesto para pagar otro tipo de deuda (pensiones) ante la insolvencia de los sistemas de retiro públicos”. Esto, en contraste con que la Junta de Control Fiscal (JCF) estableció en el plan fiscal certificado antes del huracán María (marzo de 2017) que el gobierno central solo podía pagar en promedio unos $822 millones de dólares anualmente a los bonistas.

Por otro lado, el informe indica que el Índice Coincidente de Actividad Económica (IAE) disminuyó -0,6% al comparar el mes de agosto de 2019 (el mes más reciente) con agosto de 2018. Aunque el año 2019 empezó con un crecimiento en el IAE, ese crecimiento se detuvo desde junio.

Sin embargo, el informe trae una buena noticia para los consumidores e inversionistas. La inflación en el país se encuentra en mínimos históricos, ya que en agosto de 2019 creció 0,4% y en septiembre de 2019 se mantuvo en el mismo nivel que para el mes de septiembre de 2018. Esta inflación baja puede ser provocada por el poco crédito circulando en Puerto Rico y porque el precio del petróleo se ha mantenido estable.

En cuanto a la perspectiva de crecimiento económico, el informe señala que no se concretizó el pronóstico de la JCF de que para el año fiscal que cerró el 30 de junio de 2019, habría un crecimiento económico de 4,1%. Además, anota que aunque todavía no se han publicado las cuentas macroeconómicas para dicho año fiscal, a juzgar por el IAE, es probable que el mismo cerró con un crecimiento levemente positivo o estacionario.

El Informe también atribuye que tal y como fue concebida la reconstrucción después del huracán María, ésta ha impactado de manera desigual los mercados de trabajo. Según una investigación en progreso, los sectores de construcción, otros servicios, comercio, los trabajadores por cuenta propia y manufactura estuvieron mejor después del huracán María que antes del fenómeno. Mientras, los sectores de la agricultura, transportación y comunicaciones, finanzas, seguros y bienes raíces tuvieron una mayor actividad económica antes del huracán, y decayeron después. En el caso de la agricultura, el informe plantea que la recuperación de este sector puede darse de manera más efectiva si se promueven los grupos de compra en este sector -para reducir el costo de los insumos de producción- y se condicionan los incentivos otorgados a los hoteles y fábricas de alimentos a base de la compra que hagan a los agricultores locales.

Caraballo Cueto plantea que el choque desigual entre los sectores económicos se puede suavizar con políticas públicas. Por ejemplo, con programas de entrenamiento que faciliten la transición de trabajadores de un sector a otro; formalizar a los que trabajan por cuenta propia mediante amnistías contributivas y mediante la asignación de mayor personal a las oficinas de permisos; y hacer transferencias de impuestos de los sectores beneficiados a los sectores impactados, entre otras. No obstante, indica que aun con estas transferencias los sectores ya beneficiados seguirían estando mejor que en la época pre-María.

En resumen, el informe plantea que, dadas las señales mixtas de la economía hasta el momento, es de esperarse que para el presente año fiscal 2020 haya un crecimiento moderado o estacionario de la economía.

No obstante, Caraballo Cueto trae a la atención dudas y reservas respecto a si los planes de ajuste de deuda acordados por la JCF puedan ser sostenibles.

“Tal parece que la JCF no definió el pago de la deuda en base a sostenibilidad sino a lo que fuese más fácil de acordar con los bonistas, y dejar el restante presupuestario para los servicios esenciales, cuando debió haber sido al revés”, denuncia.

De igual manera advierte sobre la corrupción y los problemas de gobernanza en el país: “Es de dudar que los problemas de gobernanza de Puerto Rico se resuelvan agudizando el colonialismo cuando hay otras herramientas democráticas. Esto incluye refundar la oficina del Fiscal Especial Independiente; restablecer una especie de “Blue Ribbon Committee” que pueda radicar casos de corrupción, y solo incluya a miembros sin conflictos de intereses; reforzar las leyes que regulan a los cabilderos y prohibir las puertas giratorias, entre otras”.

El informe En compás de espera fue publicado en la revista digital, Red Econolatin, de la Universidad Autónoma de Madrid que agrupa a economistas de universidades latinoamericanas.

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