Reflexión de Año Nuevo: Cuarenta años de la fundación de Casa Pueblo

Celebración del 30 aniversario de Casa Pueblo, en la Plaza de Adjuntas/25 de abril 2010. Foto Alina Luciano

Por Carlos Quiles/Especial para CLARIDAD

Durante este nuevo año, 2020, Casa Pueblo en Adjuntas estará celebrando cuarenta años de existencia. Los estará conmemorando con una serie de actividades educativas y la presentación de nuevos proyectos, particularmente ligados a la gestión de transformación energética de su entorno, el pueblo de Adjuntas y sus barrios. Casa Pueblo es un proyecto local que se presenta como modelo para un proyecto nacional. A todas luces será la celebración de una gran gesta. Las actividades conmemorativas se proyectan como unas de gran importancia para todo el país, especialmente en estos momentos de crisis que vivimos en muchos aspectos, con particular fuerza en el aspecto existencial. Dicho sea de paso, una crisis provocada y creada por la corrupción, la ineptitud gubernamental y el inversionismo político de unos pocos para el lucro personal a expensas de las necesidades del pueblo. Los invitamos a participar de esta gran celebración.

La primera actividad fue una reunión íntima celebrada en la mañana temblorosa del 11 de enero, en los predios de la Casa. Su único objetivo fue rendir “un tributo a la memoria de aquellos y aquellas que han dejado huellas en la formación y el carácter de esta casa donde la gente del pueblo puede habitar, soñar, trabajar y luchar por un Adjuntas, por una patria alternativa”, según lo expresó Alexis Massol González en su mensaje a los presentes.

Nos hicieron el gran honor de invitarnos a esa actividad, punto de partida para la celebración de sus cuarenta años. Fue una actividad profundamente emotiva, aleccionadora e inspiradora, como nos tiene acostumbrados Casa Pueblo. Nos impresionó sobre manera el mensaje de Alexis Massol, guía principal, junto a su esposa Tinti Deyá y su hijo Arturo, de ese proyecto que es modelo para un país alternativo y ejemplo de la familia como núcleo de la lucha en favor del bienestar del país.

En su mensaje, Alexis presentó punto por punto los elementos fundamentales para la transformación de un país que no presenta alternativas válidas a través de sus gobernantes para el beneficio del pueblo, a un país con alternativas viables dirigidas a llevar a cabo cambios en los aspectos materiales, espirituales y existenciales para lograr una buena calidad de vida para todos los miembros de la sociedad. Esos elementos, según apunta Alexis Massol, fueron las aportaciones que hicieron las personas, ya desaparecidas del plano físico, a quienes se les rindió tributo en esa primera reunión y que Casa Pueblo ha llevado como bandera durante estos cuarenta años. Aquí los presentamos según los fue mencionando Alexis, con la intención de que hagamos una profunda reflexión sobre cada uno de esos elementos, como esenciales para transformar y transformarnos, tanto en los proyectos comunitarios como en el proyecto de país.

 Como punta de lanza, habitar, soñar, trabajar y luchar para la formación de un carácter que nos permita ser libres y tener voz propia como individuos y como colectivo. Formarnos por medio de un trabajo consecuente, con perseverancia, fidelidad y patriotismo, a través de la solidaridad y la combatividad. La puntualidad en el  trabajo diario debe ser un compromiso. Todo esto desde la base de la cultura puertorriqueña como herramienta de lucha, como un “concepto de identidad en la memoria colectiva del pueblo.” 

“Así se fue formando la utopía”, nos expresó Alexis Massol en su mensaje. La utopía la define el diccionario, para beneficio y conveniencia de los que se mantienen en el poder, como “un sistema ideal pero que no se puede realizar.” La utopía es posible, mientras más la persigamos más cerca estaremos de ella.

El trabajo voluntario y silencioso en cada tarea necesaria mueve montañas, las transforma, las recrea; no es necesario figurar para contribuir”, nos apunta Alexis. Foto Alina Luciano

Junto con todos esos elementos fundamentales que aquí resaltamos, se encuentran también la voluntad de hacer sin necesidad de protagonismo, con generosidad, y la mística y paz, que muy poca gente menciona en las tareas de la lucha de aquellos que buscamos la libertad y la voz propia. Estos elementos son también de mucha importancia. Pasar de lo local a lo nacional, con la ciencia, la cultura y la comunidad para hacer cambios a través de una economía solidaria para el beneficio de todos. Con firmeza, compromiso y amor patrio.

El amor, la ternura y el pensamiento filosófico son parte importante de la fórmula. Así también, la bondad y la humildad en la grandeza. El trabajo voluntario y silencioso en cada tarea necesaria mueve montañas, las transforma, las recrea; “no . es necesario figurar para contribuir”, nos apunta Alexis. Entender la extensión de la nación puertorriqueña es también un elemento esencial. La diáspora también es Puerto Rico.

Ir “de la protesta, sin descartarla, a la propuesta.” Lograr el cambio desde abajo hacia arriba, con las comunidades como base. Eso nos  propone Casa Pueblo desde las montañas de El gigante dormido. Casa Pueblo es la escuela, la universidad del pueblo. Durante estos pasados cuarenta años nos ha dado una lección magistral. Nos ha alumbrado  y nos sigue alumbrando el camino hacia la utopía posible. Para ellos y para su patria, ¡Alabanza!.

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El autor es  profesor.

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