Restaurarán las tumbas de nuestros y nuestras mártires

La Coordinadora Nacional de las Actividades del Cerro Maravilla, mejor conocida como Coordinadora del Cerro de los Mártires, a raíz de su objetivo de resaltar en la memoria colectiva la gesta de nuestros(as) mártires, se ha propuesto concretizar un proyecto de limpieza y restauración de las tumbas de los y las patriotas que dedicaron su vida hasta la muerte por lograr su anhelo de un Puerto Rico independiente.

Esta Coordinadora, con un grupo timón de 8 a 10 personas, se ha ceñido a trabajar con los y las mártires que han muerto en la lucha a partir de 1930 hasta nuestros días. Es por eso, que el proyecto comenzará con la limpieza de la tumba de los cuatro mártires que fueron asesinados en la Masacre de Río Piedras de 1935: Ramón Pagán, Pedro Quiñones, Eduardo Rodríguez y José Santiago Barea. “Estos mártires comparten la misma tumba en el viejo cementerio de Villa Palmeras y nosotros estamos en el proceso de coordinar con las autoridades del cementerio, localizar a algún familiar y comenzar con la restauración, que incluirá limpieza, pintura, y la colocación de una lápida y una bandera de Puerto Rico”, dijo a este medio Juan Camacho, miembro de la Coordinadora.

“Más allá de restaurar ese espacio físico, nosotros haremos las gestiones para que un grupo de ciudadanos le siga dando de manera sistemática el mantenimiento necesario a las tumbas restauradas”, prosiguió Camacho.

De igual forma, para la Coordinadora es importante que, además del mantenimiento de las tumbas, todos los años se convoque a una actividad de recordación cerca de los respectivos cementerios o de las tumbas para así, perpetuar esa memoria a través de las generaciones.

“En el caso de Río Piedras, cada vez que se cumpla un año de la Masacre, se espera que un grupo haya limpiado la tumba y organice una actividad de recordación”, explicó el miembro de la Coordinadora.

El segundo proyecto que han considerado será limpiar y cambiar la lápida de la tumba de Don Pedro Albizu Campos, localizada en el cementerio Santa María Magdalena de Pazzis, en el Viejo San Juan. “Hemos recibido el visto bueno de la familia de Don Pedro”, celebró Camacho. En este caso, la lápida es costosa por ser de mármol, lo que hace necesario la petición de donativos económicos a la ciudadanía, mientras la Coordinadora pondrá la mano de obra.

Aún no han gestado con detenimiento el tercer proyecto de restauración, pero han pensado trabajar con el monumento donde yacen los mártires de la Masacre de Ponce.

Los fondos para las restauraciones provienen de donativos que le hacen a la Coordinadora a través de un calendario anual que se distribuye con la intención de que la gente ofrezca su donativo. El calendario “es una pieza de colección porque recoge la lucha de la independencia y la de nuestros mártires”. Asimismo, la Coordinadora mantiene el Museo de los Mártires en el municipio de Jayuya para allegar dinero.

Según explicó Juan Camacho, la Coordinadora fue creada por un grupo de compañeros y compañeras en 1996. El propósito fundamental fue honrar a los jóvenes asesinados en el Cerro Maravilla, Arnaldo Darío y Carlos Soto Arriví, y por ende, a otros mártires de la lucha por la independencia. Sin embargo, en el camino también adoptaron la tarea de reconocer y destacar a nuestros prisioneros y prisioneras políticos(as), a quienes siempre honran cada 25 de julio en una actividad que realizan en el Cerro Maravilla.

“Nuestra lucha por la independencia es centenaria, por lo cual este país ha tenido mártires desde los primeros levantamientos de los indígenas en la ocupación española hasta nuestros días. Fundamentalmente, hubo un auge grande a partir de 1930 por la lucha de los nacionalistas y la muerte de muchos de ellos y ellas en el cumplimiento del deber de la independencia, por eso son mártires aquí y ante cualquier país del mundo”, informó Camacho sobre el porqué decidieron honrar los mártires de los años ’30 en adelante.

Este proyecto de la Coordinadora del Cerro de los Mártires tiene la intención de que la ciudadanía sepa “que aquí se aman y se respetan a los muertos que lucharon por la independencia de Puerto Rico porque son parte nuestra y de la historia de nuestro pueblo”, concluyó Camacho.

Artículo anteriorEl Proyecto Enlace: No cabe en ninguna otra agencia, ni bajo un privatizador
Artículo siguienteBreves de abril