ROMA, mucho mejor en pantalla grande que en NetFlix

Alfonso Cuarón, que no hacía una película en México desde su estupenda Y tu mamá también en el 2001, ha hecho su película más personal tras las producciones de gran presupuesto que realizó en los últimos años: Harry Potter and the Prisoner of Azkaban, Children of Men y Gravity.

El título de Roma se debe a que la mayor parte de la película se desarrolla en la colonia de ese nombre en el centro de la ciudad de México.

Roma nos traslada al México de 1970 y 71, época de la niñez del director. De ahí la decisión de que la película fuera en blanco y negro. Cuarón se remontó a los recuerdos de su niñez en México para crear esta maravillosa película con ecos autobiográficos sobre una familia de clase media alta y las dos empleadas domésticas que dan servicio a la familia. Una de ellas es Cleo, de origen mixteco, personaje que está inspirado en Liboria Rodríguez, Libo, la nana que cuidó al director desde que éste tenía nueve meses de edad a la que Cuarón dedica el film. La debutante Yaritza Aparicio, con una mirada muy expresiva, que fue la escogida en los castings realizados antes del film, sorprende con una magnífica caracterización del personaje central de la historia.

A mi juicio, lo más importante de Roma es la excelente recreación de la época en que se desarrolla la trama y la magistral puesta en escena de Cuarón, que además de dirigir, escribió el guión, fue director de fotografía, la editó y fue uno de los productores. Los que sólo vean Roma en Netflix se perderán gran parte de la belleza de la película pues para poder apreciarla plenamente se necesita una pantalla grande ya que cada fotograma de Cuarón está impecablemente realizado, usando con maestría la profundidad de campo que nos permite ver diversos asuntos en cada secuencia.

En la casona ocurre buena parte de la trama: la problemática del embarazo no deseado de Cleo, a quien tratan como una más de la familia, el abandono de Sofía la señora de la casa por un esposo médico que la engaña diciendo que va a Canadá por razones profesionales, las travesuras e inquietudes de los hijos del matrimonio, una nena y tres varones, el menor de los cuales es el Cuarón de aquellos años, la abuela protectora y la otra sirvienta, solidaria con Cleo aunque no tan querida por la familia.

A menudo la película sale de los confines de la colonia Roma en escenas que captan estupendamente el ambiente en las calles, la protesta estudiantil que deriva en lo que se llamó el Halconazo en 1971 en que paramilitares asesinaron a estudiantes que recorrían las calles protestando, el cine Metropolitan de la infancia del director, ya desaparecido, donde la familia acude a ver la película Marooned con Gregory Peck que Cuarón citó como su influencia en Gravity, la despedida de año en una finca junto a otras familias donde los vecinos tratan de apagar un fuego en el bosque con cubos de agua, los ejercicios grupales de los que practican las artes marciales entre los que figura Fermín, el sujeto que embarazó a Cleo y que al saber de su embarazo la rechaza y después lo vemos entre los asesinos de los estudiantes, el parto de Cleo en el hospital recreado con abundancia de detalles y otros eventos son plasmados con gran realismo y mucha poesía.

Los temas políticos y sociales permean toda la trama, en particular la división de clases sociales y el machismo de los personajes masculinos. La historia alcanza su clímax en una espectacular secuencia en una playa de Veracruz en la que Cleo, sin saber nadar, desafía las olas para salvar a dos de los niños, posiblemente la misma playa de Tuxcan en Veracruz en que termina Y tu mamá también. Una secuencia impresionante que le da un final impactante a Roma antes del regreso de la familia a la colonia Roma.

Habiendo ganado el Festival de Cine de Venecia, habiendo sido escogida la mejor película del año en la encuesta internacional de Sight and Sound, así como en la selección de las asociaciones de críticos de cine de Los Angeles y de Nueva York, y habiendo recibido tres importantes nominaciones en los Golden Globes, Roma evidencia que Alfonso Cuarón sigue siendo, al igual que sus cuates Alejandro González Iñárritu y Guillermo del Toro, uno de los grandes realizadores del cine actual.

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