Sesenta y contando

CLARIDAD va ganando nuevos lectores

Llevo más de 30 años leyendo Claridad y con tanta información que sale en los medios tradicionales y digitales, cuando lo leo –y siempre a sido así, aclara– me da la certeza de que estoy escuchando una historia real, no cargada, contrario a lo que sucede con otros medios. En las redes sociales sale muchísima información difícil de corroborar pero cuando leo la historia en CLARIDAD voy a la segura, de acuerdo con que estoy leyendo una información sin peso político-partidista. Me gusta leer una historia clara, a profundidad cuando no es investigativo y no me están tomando el pelo. Estas son las razones principales por las que leo el periódico CLARIDAD. 

Sé que CLARIDAD enfrenta situaciones económicas como muchos medios y es bien cuesta arriba, yo trabajo en Radio Universidad e igualmente tenemos que buscar el apoyo del público mediante ‘fundrising’. Aunque haya mucha gente que no simpatiza con su línea editorial, tengo la impresión de que año tras año CLARIDAD va ganando nuevos lectores cansados de lo mismo en los medios tradicionales y las redes sociales.

Roberto Morales 

Periodista de Radio Universidad

El periódico ofrece una perspectiva independentista

La principal contribución del periódico CLARIDAD, en sus 60 años de historia,  ha sido ofrecer una perspectiva independentista de los acontecimientos que han marcado la historia del país.  

Podría decirse también que la solidificación del periodismo de investigación en Puerto Rico, que alcanzó su época dorada  en la década de 1970 con el caso del Cerro Maravilla, estuvo marcada en parte por el trabajo que realizó Claridad desde la prensa marginal, de izquierda. 

Desde sus inicios, CLARIDAD se destacó por hacer un periodismo investigativo y de denuncia que empujó a la prensa comercial a investigar temas que, de ordinario, no aparecían en los diarios tradicionales.

En su larga trayectoria, CLARIDAD también se ha destacado  en la cobertura de temas culturales con un trabajo excepcional alejado de  los intereses mercantiles. Sus páginas han dado espacio a disciplinas y artistas que a veces  no encuentran espacio en los medios comerciales.

Israel Rodríguez Sánchez

Catedrático auxiliar Escuela de Comunicación

Universidad de Puerto Rico

Recinto de Río Piedras

Son muchas las voces que componen la conciencia de un pueblo

Recuerdo vívidamente cuando aun siendo un adolescente – creo que todavía estaba en la escuela intermedia- me detuve en un negocio aledaño al terminal de guaguas de la AMA en Capetillo (cuando Río Piedras era el centro de todo) y compré un ejemplar del periódico Claridad. A lo sumo sería el año 1977. Lo enrollé, nervioso, y caminé hacia la plataforma para tomar la # 43 hasta Carolina donde vivía junto a mis padres y hermanos en una urbanización de clase media-media baja. No teníamos ni carro, ni televisor a color, y se fomentaba la educación, el trabajo y el amor por la familia. 

Abrí aquel periodiquito enjuto cuya mera posesión era para entonces símbolo de radicalismo extremo y “violencia”. Eran los tiempos en que se propagaba aquel lema de : “!Claridad diario va”! como un grito de guerra en tinta y papel. No recuerdo exactamente lo que leí aquel día a hurtadillas sentado en el asiento de fiberglass con sus pasamanos fríos por el aire acondicionado pero sí que le dí lectura con gran aprenhensión de ser detectado. Quizás por un temor adolescente, derivado de las ideas promovidas por el sistema de la época y adoptadas en lo personal, pero ciertamente real en tiempos de gran división política. Se llegó a perseguir entonces, y a carpetear mediante esquemas clandestinos de “inteligencia” (pero oficiales) y hasta a cobrar con sangre a quienes osaran propulsar la emancipación de un Puerto Rico creciente dependiente e irremediablemente noble. 

Lo que sí tengo claro es lo que representó leer las páginas de CLARIDAD, artículos, ensayos, reportajes investigativos y opiniones cargados de perspectivas distintas al discurso oficialista. Germinó en mí la semilla del pensamiento crítico. Aprendí desde entonces que son muchas las voces que componen la conciencia de un pueblo. Que todas cuentan, Que todas vales.

Mas tarde, en mi devenir profesional tuve la oportunidad de entrevistar o conocer a algunos de los gestores de Claridad (de hecho, por un tiempo lo repartí cuando ya era diario en mi ruta del periódico El Mundo) y conocer de los ataques dirigidos a destruirlo. Supe también de los sacrificios para mantenerlo en la calle, contra todo pronóstico, contra toda prueba. Seguí leyendo Claridad desde aquella tarde en Capetillo, con menos temor cada vez, quizás alentado por el convencimiento de que el derecho a saber que me inculcaron mis padres no puede acallarse por razón alguna. 

Sé que al igual que yo, muchos colegas periodistas recibieron y reciben desde las páginas de CLARIDAD lecciones similares. Por seis décadas CLARIDAD ha resistido como órgano oficial del independentismo. Otros publican desde ópticas ideológicas distintas. Confiamos en que todos buscan lo mejor para Puerto Rico. Felicitaciones a CLARIDAD en sus 60 años.

Luis Guardiola

Periodista

Claridad cumple su deber con la memoria

¿Qué cuál ha sido la contribución de CLARIDAD al periodismo puertorriqueño? Memoria. El periodismo es un deber con la memoria y Claridad ha contribuido enormemente a que no la perdamos. Frente a la historia incompleta y manipulada por intereses económicos, siempre tienen que haber medios que prohiban olvidar los acontecimientos que se quieren ocultar o ignorar. Claridad ha sido el nuestro por sesenta años. 

En segundo lugar, diría que CLARIDAD ha sido una escuela del periodismo político comprometido, transparente en su visión y en su misión. El periodismo no es objetivo. Nunca lo ha sido y nunca lo será. Lo que tiene que ser es honesto. Sin duda, Claridad es ese periodismo. Y ese es el periodismo que hace imprescindibles a los que lo ejercen con pasión de historia. 

En tercer lugar, la valentía. Este es un país de muchos miedos fomentados adrede por un estado de represión pasiva y activa. No aparecen periodistas sin vida en cunetas y callejones, pero se asesinan reputaciones, sueños y planes todos los días. CLARIDAD ha sido la trinchera de muchos periodistas valientes que lo perdieron todo en el camino.

Hay algo más que no quiero pasar por alto.  Uno de mis mentores – el polaco Ryszard Kapuscinski – dijo que “para ser buen periodista hay que ser buena persona”. Puedo decir yo que entre mis colegas de CLARIDAD hay muchas de las mejores personas que conozco. 

Wilda Rodríguez

Periodista

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