Sigue vivo el proyecto de terapias de conversión

CLARIDAD

“El proyecto está vivo.” Así lo afirmó el senador independiente José Vargas Vidot, a Claridad, sobre el proyecto (PS 184) que busca prohibir que profesionales de la salud lleven a cabo las llamadas terapias de conversión, o terapias de reorientación sexual o reparadoras.

Luego de semanas de vistas públicas celebradas por la Comisión de Iniciativas Comunitarias, Salud Mental y Adicción en donde se presentaron 40 ponencias por escrito y 30 ponencias presencialmente, la mayoría a favor del proyecto y aun con un informe positivo, la medida fue rechazada en la Comisión. La medida incluso recibió el aval del Departamento de Justicia, el cual recomendó que el proyecto debe tener de manera expresa que está prohibido aplicar estas supuestas terapias a menores de edad. Esta prohibición ya existe en 14 jurisdicciones de EE UU.

Vargas Vidot, quien presidió las vistas públicas y es autor del proyecto, junto a otros senadores, aclaró que aun cuando la medida fue derrotada en la Comisión, si esta tiene un informe positivo hay un limbo legislativo que le da la oportunidad de poder presentar otro informe o que la medida se presente por descargue en el pleno del Senado. En este caso dijo que esperaba que “ya la semana que viene la valentía pueda volver al Partido Popular y de alguna manera entiendan que ya no se trata de populismo de atender otras cosas que desenfocan la realidad de un proyecto humanitario, sino que se trata de atender a la niñez y a la dignidad”. Por lo que espera presentar el proyecto.

En la Comisión participa la delegación del Partido Nuevo Progresista (PNP) que ahora es minoría, la cual también votó toda en contra. También votó en contra la senadora fundamentalista del partido Proyecto Dignidad (PD), Joanne Rodríguez Vélez. La mayoría Popular votó en contra, mientras que el presidente del Senado, la vice presidenta y el portavoz de la mayoría se abstuvieron, lo que tiene el mismo efecto de votar en contra.

En tanto la senadora del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) y veterana activista por los derechos de la comunidad LBGTBQ, licenciada Ana Irma Rivera Lassén, a preguntas de Claridad subrayó que el rechazo al proyecto es un mensaje contradictorio porque por un lado la Legislatura ha estado aprobando legislación reconociendo los derechos de la comunidad LBGTQ mientras lo que está haciendo con este voto es seguir avalando “situaciones que mandan el mensaje de que ser de la comunidad es una enfermedad”. No obstante, expresó “no nos vamos a dar por vencidos ni por vencidas, vamos a seguir insistiendo, porque el mensaje al pueblo de Puerto Rico, el mensaje a la comunidad LBGTQ, tiene que ser un mensaje coherente, un mensaje de seguir sumando y no de restar derechos”.

La senadora trajo a la atención que de hecho el 17 de mayo está declarado como el Día Internacional en contra de la homofobia y transfobia, por lo que advirtió que va a ser muy importante ver cuál será el mensaje que la Legislatura le va a estar dando a la comunidad LBGTQ “de la que yo soy orgullosamente integrante, así que yo no me doy por vencida”.

Rivera Lassén coincidió en el señalamiento de que el rechazo al proyecto de prohibir las terapias de conversión puede afectar el que se legisle para adoptar la educación con perspectiva de género, que es parte de los temas que se están trabajando en la Legislatura y que al igual hay gente con su fobia que está tratando de echarlo hacia atrás. “Pero yo confío en que vamos a poder seguir avanzando, también para entender que la educación con perspectiva de género es una metodología de trabajo para ir desmontando lo que son privilegios que se han estado dando como si fuera lo normal o lo correcto, en contra de todo lo que es los entendidos femeninos y en tanto femenino se atribuye como que es inferior y ahí entra la mujer en todas sus dimensidades”.

Por otra parte, la presidenta de la Asociación de Psicología de Puerto Rico (APPR), doctora Kevia Calderón Jorge, dijo estar sorprendida con lo sucedido con el proyecto.

“Nos sorprendió. Sabíamos que había oposición, sabíamos que había personas tanto a favor como en contra, pero nos tomó por sorpresa porque se había hecho un trabajo para poder llevar un mensaje claro y aun así vimos que de alguna manera no llegó el mensaje como esperábamos”.

En ese sentido atribuyó que quizás otros intereses y miradas interfirieron para que se tomaran otras visiones adecuadas para la salud de nuestros jóvenes y niños. “Sé que todas las personas que estuvieron allí llevaron la información de todo lo que se ha podido evidenciar, nos faltó quizás oídos que escucharan con claridad, quizás fue lo que faltó.”

Expuso que la postura de los profesionales de la psicología y de otros profesionales de la conducta es que la identificación de género no es una enfermedad como quieren hacer ver los que se oponen a que se prohíban las llamadas terapias de conversión. Desde hace muchos años se ha venido trabajando y evaluando y se ha podido constatar que no es una enfermedad ni una psicopatología el que una persona se identifique con un género diferente al sexo con el que nace. “Para nosotros [se refiere a los psicólogos] diagnosticar una patología tiene que haber disfunción, la persona comienza a tener diferentes perturbaciones en su funcionamiento en diferentes áreas de su vida, y es ahí que uno entonces determina que hay una patología o una psicopatología, en el caso de la salud mental.”

Es decir, no porque haya una determinada preferencia sexual la persona tiene un daño o una disfunción en las otras áreas de su vida. Es imposible llamar una enfermedad a la preferencia sexual y eso se ha visto a través de los años.

La doctora Calderón Jorge desmintió alegaciones de que en Puerto Rico no se practican las llamadas terapias de conversión. Contó que hace unas semanas compartió con un joven que fue sometido a terapias de conversión por insistencia de sus padres. “El testimonio es desgarrador, lamentablemente la persona que llevó a cabo esas terapias fue un profesional de la salud mental y cuando le pregunté al joven porque no había hecho una denuncia la respuesta fue ‘porque le tengo miedo a esa persona’. Esto es una situación de victimización donde tenemos a una víctima y un victimario.”

Continuó que aun cuando la persona logró ir a otro tratamiento psicológico donde se trabajó de forma adecuada y ha podido salir adelante y reparar en gran medida ese daño, el daño aún permanece dado a que la persona todavía no se atreve hacer una querella. Según la víctima esta persona le seguía llamando y le dejaba mensajes.

“Por un lado, hay personas que han pasado por la experiencia y tienen miedo de exponerse a lo que los demás puedan decir contra ellos. Estamos hablando de que esa es una exposición bien dura y hemos visto como históricamente esta población ha sido rechazada y lastimada de todas las formas posible simplemente porque tienen una orientación sexual diferente y ‘porque yo no estoy de acuerdo con su estilo de vida’ y eso es terrible. Muchos de ellos no se atreven hablar.”

La presidenta de la Asociación de Psicología apuntó a la importancia de que los profesionales de la salud estén regulados y reconoció que puede haber personas que no tienen un título y ninguna preparación que incurren en este tipo de prácticas, por lo que defendió la medida. “En el mejor de los casos se pueden tomar medidas correctivas, pero si entramos en la dimensión de negar que es posible que eso exista entonces damos pie a que sigan pasando”.

La psicóloga exhortó a las personas a no perder de perspectiva lo que es correcto y a buscar las fuentes de educación correctas para poder hablar desde el conocimiento y no desde el prejuicio. “Históricamente nuestra humanidad ha sido objeto de la injusticia de la mano de la ignorancia, lo que es bueno y justo debe ser para todos.”

 

 

 

 

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