Sufre, Mayweather, que aquí viene Noelia Cruz

Conocí a Noelia Cruz hace un lustro. Era estudiante del School of the Art Institute of Chicago. Realizó un desfile de modas (como diseñadora) inspirada en la poesía de Anjelamaría Dávila. Me comuniqué con ella en Chicago, en donde vive. Hablamos un rato y de ahí salió un artículo sobre ese trabajo. Supe que, además de diseñadora de modas era violinista clásica.

Sin embargo, esta humacaeña tiene una forma de interpretar el mundo demasiado amplia y dinámica. Se propuso combatir los roles que le asigna la sociedad a la mujer y, con disciplina de hierro, convirtió su cuerpo en un campo de transformaciones. Se entrenó duro como pole dancer. Eso no le bastó y ahora es boxeadora.

Sí. Boxea. Permítanme explicar. Noelia es violinista profesional. Se crió en una familia de músicos por lo que eso no sería sorprendente. Pero añadió la escritura creativa, la danza, las artes visuales y el diseño. Se educó en la Escuela de Bellas Artes de Puerto Rico, la Academia y Atelier Luisa Ramírez, el Conservatorio de Música, la Universidad de Puerto Rico, y el School of the Art Institute of Chicago, que la premió con el ‘Distinguished Scholar Merit Scholarship’.

Como violinista ha sido exitosa en el ámbito clásico como popular. Ha acompañado a músicos como Andrea Bocelli, Marc Anthony, Daddy Yankee, Zoraida Santiago, David Sánchez, Donna Summers, entre otros. Fue primer violín de la Orquesta Filarmónica de Puerto Rico durante una década. A los 16 años fue becada para estudiar violín en Chicago College of Performing Arts at Roosevelt University .

En su faceta de experta en modas fundó THAîS, su propia casa de diseño, y debutó en West Fashion Week en 2011 con la colección “Será la Rosa”, que mencionamos al inicio de esta nota.

Ahora, con Johnny Plaza de entrenador, toma el pugilismo como disciplina artística. Tan disciplinaa que ganó en los Guantes Dorados de Chicago. No pude evitar conversar con ella ante esta otra manera de expresión.

ER- Estás peleando contra el discrimen.

NC- Claro. Siempre queremos justificar nuestro discrimen y aversión a la diversidad en base a argumentos y construcciones etéreas de términos abstractos como la moral, lo ideal, los valores, la rectitud, la virtud, costumbres y obediencia. En debates que buscan determinar quién merece imponer criterio sobre la faz de la Tierra.

ER- No hemos avanzado tanto como quisiéramos.

NC- Las luchas por los derechos civiles debieron ser lecciones para nuevos discursos. Nos seguimos sentando a analizar si es prudente o no conceder los mismos derechos a todos los los seres humanos. Alguna vez se planteó si una mujer tenía capacidad para ejercer el voto, educarse a nivel univeritario o conducir un auto. Por otro lado, con cifras como 132 millones de niños huérfanos en el mundo nos preguntamos si es preferible que un niño carezca de albergue y afecto familiar a que sea adoptado por una pareja del mismo sexo. Quizás debemos dejar de insistir en colonizar al prójimo condenándolo a ser como nos han enseñado.

ER- A lo largo de la historia, aún hoy, el par hombre-mujer, ocupa más o menos el mismo lugar: amo-esclavo, activo-pasivo. El cuerpo del varón se define como fuerte, ágil, inteligente; el de la mujer dócil, débil, reproductivo, sensual. Luce Irigaray, en el libro Espéculo de la otra mujer (1974) señala que el orden simbólico es dos, y por tanto es necesario poner en suspenso los discursos tradicionales a través de los cuales las mujeres han construido sus identificaciones y reencontrarse consigo misma, de una manera auténtica y verdadera. Tu propuesta es poner en crisis esas definiciones. Con el boxeo vas al límite de la exploración del cuerpo. Como un modo de reencuentro.

NC- Si, en el boxeo exploro el cuerpo como territorio. Descubro diferentes percepciones del dolor físico. El dolor como honor me parece bien interesante por que fuera del deporte el dolor se juzga totalmente diferente, me gusta redefinirlo. Descubro y reto las percepciones tradicionales de género dentro y fuera del ring. Reto la valoración equivocada de alta cultura versus baja cultura apropiándome del boxeo como medio artístico, pero sobre todo juego con lo que no se supone. Y mientras, bailo, con mucho tempo y timing en la puntita de mis pies.

ER- Lo tuyo es un pelea por la libertad. Un debate contra la desigualdad.

NC- De pelea en pelea, de debate en debate, hemos perdido siglos dilucidando cómo se da la convivencia humana. Por alguna razón seguimos repitiendo argumentos que nos hicieron creer durante la Inquisición. Quizás cuando olvidemos la retórica con la que fuimos conquistados dejaremos de creer que podemos imponer el destino del otro haciéndolo adepto de nuestras creencias. Entraremos en la conciencia y práctica de ejercer la humildad ante los demás, entendiendo que el moralismo es una construcción social, que del juicio no tenemos certeza, y que el otro es siempre uno mismo.

ER- Eso es un KO.

Está bien, fanáticos del boxeo. Cotto es un ídolo. La pelea de Canelo vs Golovkin promete ser muy buena. Amanda Serrano es nuestra campeona profesional. Pero no me pueden negar que Noelia es también una campeona.

Artículo anteriorDiáspora puertorriqueña tiene embajador cultural
Artículo siguienteReseña: Revolución y liberación mundial durante la Guerra Fría