Una masacre ambiental

 

CLARIDAD

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Hay una diferencia entre podar un árbol y talar un árbol.

Podar un árbol es quitar aquellas ramas que sobresalen para darle forma, que crezca en mejores condiciones y ayudarle a que cobre vigor. La poda es una actividad que por lo regular se lleva a cabo en la jardinería. Talar un árbol o una planta es cortarlo desde el tronco con la intención de que se seque,  marchite y muera.

Lo que ha estado haciendo la compañía Debristech LLC, contrada por el Departamento de Recreación y Deportes (DRD), en sus instalaciones y en las instalaciones de la Compañía de Parques Nacionales (CPN), balnearios municipales y en los bosques del Estado es, literalmente, una masacre de árboles. Estos asesinos de la naturaleza aprovecharon el encierro provocado por la pandemia para acometer su faena. El balneario de Cerro Gordo en Vega Alta fue el primero. Dorado, Vega Baja, el Monte del Estado en Maricao, y el Parque Urbano Julio Enrique Monagas en Bayamón, entre otros lugares, han sido otras de las víctimas.

 Talar un árbol o una planta es cortarlo desde el tronco con la intención de que se seque,  marchite y muera. Foto Alina Luciano

La tala indiscriminada en lugares naturales fue primero denunciada en las redes sociales por el exsecretario de la CPN licenciado Samuel González y, luego,  por ciudadanos usuarios de las instalaciones y por organizaciones ambientalistas, como Ciudadanos del Karso, Para la Naturaleza y otras organizaciones comunitarias.

“Entendemos que el 90% o más no cumplían con los requisitos de FEMA para ser cortados porque ya habían pasado tres años del huracán. Los que había que podar ya se habían podado. El municipio había intervenido y se había llevado los escombros. Aquí, las veredas habían sido limpiadas por un grupo llamado Los Duendes, denunció Marvin Rentas, protector y asiduo  visitante del parque Monagas.

En tono indignado añadió que no hay un estudio ambiental que informe sobre el impacto que tendría el corte en las otras especies. Están en espera de un inventario de los árboles que fueron cortados, las especies que albergan, el grosor de los árboles y qué fue lo que la empresa evaluó para determinar el corte.

A raíz de una demanda radicada por el alcalde de Vega Alta y otra que radicó un grupo de usuarios del parque Monagas, lograron obtener información de que en el Monagas nada más se había determinado cortar más de 1,300 árboles, cantidad que dijo es más del 80% de lo que evaluaron.  En Cerro Gordo, según el inventario, se talaron más de 1,600 plantas entre palmas y otras especies.

“Lo más increíble es que pasaron por las veredas y hace poco volvieron a cortar. Sospechamos que todo esto no ocurre por casualidad; esto no es algo que surgió por casualidad en Cerro Gordo. Después del huracán, Recursos Naturales ni Recreación y Deportes nunca fueron allí. Quien fue, fue el Municipio, por eso demandó. Tumbaron cerca de 500 palmas”.

Tanto Debristech como la secretaria del DRD, Adriana Sánchez, han reconocido que la agencia no tiene un plan de mitigación y reforestación para después de la tala.

Rentas explicó que el corte de árbol se paga dependiendo del grosor del ancho del tronco, por lo que se puede llegar a pagar entre $300 y hasta más de $500 dólares por árbol. Foto Alina Luciano

En un recorrido por el parque, CLARIDADpudo ver anchos y fuertes troncos cortados de raíz, fuera de las veredas. El estado en que todavía se ve que se encuentran los troncos refleja que eran árboles sanos. Rentas explicó que el corte de árbol se paga dependiendo del grosor del ancho del tronco, por lo que se puede llegar a pagar entre $300 y hasta más de $500 dólares por árbol.

El enredo entre Recreación y Deportes y Recursos Naturales

Llama la atención el proceder de todas las agencias envueltas: el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), el Departamento deRecreación y Deportes (DRD), el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP) y hasta la  misma Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA).

Aunque se supone que la Compañía de Parques Nacionales está bajo la sombrilla del DRNA, el que haya sido Recreación y Deportes quien firmó los contratos con Debristech responde a que, como esa agencia ya tenía una solicitud a FEMA, esta última le cedió la facultad para hacer los trabajos,  según versión del secretario del DRNA, Rafael Machargo Maldonado. El hecho real es que fue el DTOP quien hizo primero la petición a FEMA y luego se la traspasó al DRD.

En lo que respecta a FEMA, Rentas contó que logró comunicarse con el nuevo coordinador de esa agencia en Puerto Rico, José Baquero Tirado, y le cuestionó que cómo era posible que FEMA estuviese pagando ese trabajo que no tiene que ver con el huracán. Su contestación fue que FEMA no había pagado ni un centavo.

La información de la Oficina del Contralor indica que el primer contrato con Debristech se firmó en marzo de 2019, por la cantidad de $1,850 mil.  En marzo de este año, se enmendó por la cantidad de $8,834.116.30 y en junio se volvió a enmendar para extenderlo hasta diciembre, por la cantidad de $9,337,466.30.

Renta comentó que todo indica que por la pandemia no fue hasta agosto que se pudo empezar con la masacre. Foto Alina Luciano

Renta comentó que todo indica que por la pandemia no fue hasta agosto que se pudo empezar con la masacre. Supuestamente, FEMA tiene hasta el 30 de noviembre porque parece que no puede extender por más tempo el recogido de escombros. Insistió en que llama la atención de que después de tres años, FEMA esté dando de dinero para ese trabajo que ya no era necesario. También denunció que la excusa del DRD y del DRNA de que estaban rehabilitando el parque y las otras áreas para ponerlas en condiciones y que estuviesen seguras es todo lo contrario. Las instalaciones  de Parque Nacionales están todas cerradas y no se les da mantenimiento.

En una vista pública de la Comisión de Recursos Naturales de la Cámara de Representantes, celebrada a principios de octubre, salió a relucir que el DRD no cumplió con la responsabilidad —lo que supone una irregularidad— de ser la agencia que contratara a una firma consultora ambiental para hacer un inventario y recoger información de las condiciones que justificaran el corte de cada árbol. La secretaria del DRD, Sánchez Parés, admitió que quien contrató  la firma consultora fue Debristech.

Da la “casualidad” que la firma contratada, Quantum Consulting Group, es propiedad del exsecretario del DRNA Daniel Galán Kercadó.  Ese es el inventario que todavía los grupos que demandaron al DRD y al DRNA no han logrado que se les suministre.

 

 

 

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