Una milicia negra surge en reacción a los abusos policiales

 

Por Gustavo Veiga

Tiene un nombre curioso para una milicia: Not fucking around Coalition (NFAC) que en castellano significa algo parecido a “Coalición No estamos jodiendo”.Surgió en Estados Unidos como un grupo de autodefensa negro entre tanto racismo desatado por la policía y los supremacistas blancos. Están armados como si fueran a la guerra y el 4 de julio – día de la independencia en EE.UU – se hicieron ver en un video que recorrió el mundo. No había sido la primera vez, pero resultó suficiente para que nadie les saliera al paso. Ni siquiera los encapuchados del Ku Klux Klan (KKK) que seguramente los vieron como intrusos en lo que consideran su propio reducto: el parque Stone Mountain cerca de Atlanta, Georgia.Los milicianos pedían la destrucción de un monumento ubicado en ese lugar que homenajea a tres confederados de pasado esclavista: Jefferson Davis, Robert E. Lee y Thomas Stonewall Jackson.Su líder es un excandidato a presidente que se postuló de manera independiente en las elecciones de 2016, veterano de las fuerzas armadas y artista de hip hop. Se llama John Fitzgerald Johnson aunque se lo conoce más como el Gran Maestro Jay.

Los integrantes de la NFAC ya anunciaron que seguirán marchando como lo hicieron el 12 de mayo por el asesinato de Ahmaud Arbery cerca de Brunswick, Georgia, a manos de un ex policía y su hijo.También se movilizaron el 25 de julio en Louisville, Kentucky, cuando protestaron por el crimen de Breonna Taylor, una trabajadora de la salud ejecutada en su propia casa durante un operativo policial. Los dos eran jóvenes afroamericanos. Como George Floyd y Jacob Blake, las últimas víctimas de la brutalidad en uniforme. El grupo miliciano “100 por ciento negro” como lo describe su referente y vocero Johnson tiene la cohesión de los militares. No en vano la mayoría pasó por las fuerzas armadas. Cuando desfilan lo hacen en formación cerrada.

En Estados Unidos se los asocia con las Panteras Negras, la organización socialista nacida en Oakland, California, en 1966, por la iniciativa de estudiantes universitarios. Como aquel grupo que fue influido por el ideario de Malcom X, la NFAC no solo se basa en la autodefensa de la comunidad afroamericana. Sus miembros exigen una reivindicación clave como el acceso a la tierra y un estado propio dentro de los EE.UU y solo para negros. Se declaran prisioneros políticos por ser descendientes de los esclavos y tienen en Johnson a un líder locuaz, decidido y que habla megáfono en mano en los actos donde la organización se mostró hasta ahora.En Louisville ya desfilaron un par de veces con su respetable poder de convocatoria. La coalición informó que en julio había movilizado a 3.500 militantes y los videos que pueden verse en youtube acreditan bastante esa cifra.

Vestidos completamente de negro, son hombres y mujeres camuflados con pasamontañas o pañuelos, llevan armas largas, usan porta balas, equipos de comunicación y algunos de sus miembros lucen máscaras antigas y binoculares. Un abundante equipo de combate que en Estados Unidos está permitido tener y portar al amparo de la Segunda Enmienda de la Constitución. Por eso cuando se movilizan en un país donde la violencia está institucionalizada, no llaman tanto la atención por su arsenal bélico. Pero sí porque se trata de afroamericanos armados. Un derecho que hasta pocos meses parecía que solo ejercían las milicias racistas blancas del KKK y sus derivados. Informaciones de la prensa mencionan que en Estados Unidos hay unos 1.300 movimientos de ultraderecha y a 2017 había 165 grupos de milicianos que pueblan su territorio. Una cifra que bien podría haberse incrementado por la tensión racial en ascenso de los últimos años.

La NFAC no se considera parte del Black Lives Matters que con su presencia diaria y multiracial se instaló este año en las calles de EE.UU.Pero si se observan con detenimiento los videos que produce, convive en armonía con la consigna que se instaló en la sociedad desde el asesinato de George Floyd en Minneapolis el 25 de mayo pasado. Cuando Johnson dio su discurso desde las escalinatas de un edificio ubicado en el Jefferson Square Park de Louisville, dijo que “la Not fucking around Coalition ha sido tergiversada por muchos en las redes sociales y demás, y estamos aquí para terminar con esas teorías”. Explicó que no se habían reunido ahí “para causar el caos porque hay rumores de que veníamos a cazar gente. Una vez más, simplemente estamos ejerciendo nuestros derechos constitucionales de reunirnos y portar armas”.

Johnson anunció el 15 de agosto que volverían a Louisville, el día en que se corre en la ciudad el famoso Derby de Kentucky. La convocatoria de la carrera de caballos fue la excusa para hacerle recordar al gobernador del estado, Andy Beshear, una promesa. Cuando dijo que el 5 de septiembre iba a quedar resuelto el asesinato de la enfermera Breonna Taylor. “Es bueno que el gobernador diga eso porque compartimos ese sentimiento también. Esperamos, tenemos esperanzas, de que eso es lo que va a suceder. Si no, también asistiremos al Derby de Kentucky” comentó el líder de la NFAC en un video. Cumplió su promesa y su organización se hizo presente para protestar el último sábado.

Algunas señales políticas de Johnson y su milicia están en su plataforma presidencial de 2016. Sobre el grave conflicto racial que atraviesa toda la historia de EE.UU sostiene: “Los Estados Unidos de América se han polarizado y paralizado en su esencia debido a su falta de voluntad para abordar el cáncer del racismo institucionalizado que ha habitado esta nación desde su nacimiento. Este cáncer se manifiesta de múltiples formas que afectan las funciones críticas de esta nación, desde la aplicación de la ley hasta el empleo. Impide que una nación que se decreta estar unida se convierta en todo lo contrario. ¡No debemos permitir que lo que hace grande a esta nación nos separe y es nuestra diversidad!”.

La propuesta política sugiere una reforma policial que contemple la creación de “una Fiscalía Federal Especial que reciba todos los casos a nivel nacional que involucran específicamente el uso de fuerza letal contra un ciudadano desarmado por un oficial de la ley”.Johnson y sus partidarios están a favor de asimilar a los inmigrantes que lleguen a EE.UU. Plantean una reforma fiscal con medidas para “exigir que las corporaciones ricas y grandes paguen su parte justa en impuestos”, la prohibición “de trasladar sus ganancias y empleos al extranjero para evitar pagar impuestos sobre la renta en Estados Unidos” y la implementación de “un impuesto al patrimonio del 0,3 por ciento de los estadounidenses que hereden más de 3,5 millones de dólares”.

Aquel candidato a presidente casi desconocido que solía aparecer de impecable traje y corbata entre 2015 y 2016 viste ahora en ropa de fajina como jefe del movimiento que se moviliza por las calles de Georgia y Kentucky. Su transformación es un símbolo del clima político-social violento e inestable que vive Estados Unidos.

Reproducido de www.pagina12.com

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