Venezuela enfrenta una guerra económica

El pueblo venezolano que defiende su Revolución Bolivariana, se encuentra ante una agresión no tan solo física la cual es promovida de manera abierta por la llamada “Mesa de Unidad Democrática” (MUD), sino que también enfrenta un proceso de “guerra económica”, un sabotaje  económico, manejado por la burguesía nacional con la colaboración -ambos ataques- de entes exteriores. Como es ya sabido la guerra contra Venezuela y su gobierno bolivariano es encabezada desde el gobierno en Washignton de Estados Unidos, seguido de intereses económicos desde petroleros y financieros internacionales.

En una conferencia presentada por la economista Pascualina Curcio Curcio, comparó que la guerra económica que padece el pueblo venezolano, constituye otro ejemplo histórico más del poder de los grandes capitales similar a las pasadas experiencias de la guerra económica que sufrieron el pueblo y gobierno chileno de Salvador Allende, (1970 y 1973) y al que se enfrentó el gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional, en Nicaragua, (década de los ‘80), dirigidos a socavar el apoyo y hacer fracasar a procesos y gobiernos progresistas. La conferencia se presentó el pasado 12 de mayo en la Casa Amarilla, Caracas, Venezuela.

La doctora Curcio Curcio, egresada de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y doctorada en Ciencias Políticas de la Universidad Simón Bolívar (USB), presentó datos de la realidad económica de Venezuela, recogidos en su investigación, La mano visible del Mercado: Guerra económica en Venezuela, en la cual expone las maniobras de agresiones económicas contra su país.

“Cuando comenzamos a ver indicadores que miden la economía que es el producto interno bruto (PIB) nos encontramos que incluso a pesar de la agresión y las agresiones económicas contra el pueblo el nivel de producción medidos por el PIB total ha aumentado 43% desde el 1999 hasta el 2015, que fue justamente que se comenzaron a intensificar las agresiones contra Venezuela”, indicó en referencia a los incidentes violentos en el país.

Agregó que aunque es cierto que hubo una disminución en el PIB ello respondió a la disminución de los precios del petróleo y precisó que el 95% de las divisas que entran al país son por concepto del petróleo, las empresas privadas solo generan el 1%.

La economista denunció que “la escasez y la inflación que en la actualidad y que desde mediados de 2012 aquejan a los venezolanos no se corresponde con el comportamiento de las variables reales de la economía”.

Las armas que se han utlizado –indicó– en esta guerra económica son; el desabastecimiento programado de bienes esenciales; la inflación inducida; el boicot en los suministros de bienes de primera necesidad; el embargo comercial encubierto y el bloqueo financiero internacional.

Desde el punto de vista de los indicadores económicos, reclamó la doctora Curcio, que no se puede decir que en Venezuela hay una crisis económica. En esa dirección expuso que el BIP del 2015, momento en que se registró un nivel de escases superior al 30%, fue 34% mayor que el año 2004, cuando se registró un nivel de escases de 7%, este último el más bajo en la historia. Sobre el PIB agrícola el año 2014 fue de 14% mayor que el 2004.

En cuanto al desempleo anotó que este disminuyó 62,5% entre el 1999 y 2015, ubicándose en 6%, lo que es una tasa de desocupación relativamente baja “muchos paises quisieran tener esta tasa, es decir no estamos en una situación de desempleo, eso es una tasa natural… según los índices económicos eso no es lo que está ocurriendo de que nos estamos muriendo de hambre en términos percapital estamos en niveles muy por encima de los que establece la FAO y muy por encima de los años ‘80 y ‘90 cuando imperaba el capitalismo”, comentó pausada.

También desmintió con datos que la escazes de bienes se deba a la caída de importaciones como ha denunciado la oposición. Según los datos las importaciones han aumentado en 129% desde el 1999 hasta el 2014. En el 2014 fue 91% mayor que la del 2004. En el 2004 las importaciones ascendieron a $16,000 mil millones de dólares, mientras que en el 2014 fueron $3,000 mil millones de dólares.

La doctora Curcio llamó la atención a que a partir del 2003 cuando falleció el presidente Cháves y entró el presidente Maduro los mecanismos de agresión estilo Chile se han intensificado.

“En el 2013 se intensifican las agresiones económicas contra el pueblo utilizando la economía y la alteración de los mercados para incidir sobre sus preferencias políticas por eso es que no es casual que se intensifican en momentos políticos, el desabastecimiento programado y selectivo de los bienes esenciales, porque no son todos los bienes que estan faltando, lo que falta son algunos alimentos, productos higiénicos y medicinas son productos del diario vivir venezolano, por ejemplo en el caso de los alimentos si se pasea por cualquier mercado va a encontrar frutas las producidas y distribuidas por productores pequeños, pero el azúcar, la leche el café producido por capital nacional e internacional que tiene el poder de decidir cuanto va a colocar en el mercado no es porque no lo estén produciendo, lo que impiden es la distribución, si no los estuvieran produciendo no se hubiesen proliferado los mercados ilegales, si se consiguen ahí es que alguien los ha producido las propias empresas han dicho que no han dejado de producir, el problema está en la alteración del mercado de distribución”.

La doctora Curcio desmintió el que los argumentos que están detrás del desabastecimiento sean como dice la oposición que el gobierno no ha entregado las divisas a las empresas. Defendió que el gobierno sí ha entregado las divisas para la compra y la importación de alimentos y medicamentos “pero no se han distribuido de manera oportuna y suficiente como pasaba antes del 2013 por la alteración de los mecanismos de distribución”, reiteró.

Los datos dicen que en el 2014 la importación de alimentos ascendió a $7,700 millones de dólares, mientras en el 2004 fue de $2,100 millones, es decir 259% mayor. En el 2014 se importaron $2,400 millones de dólares en medicamentos, cuando en el 2004 fue de $608 millones.

En el 2011 cuando el nivel de escasez era de 13% el gobierno asignó $4,454,33 millones de dólares en divisas para el sector de alimentos, en el 2012 cuando iniciaron los periodos de escasez y las colas la asignación fue de $4,843,84 millones, en el 2013 fue de $4,624,10 y en el 2014, $4,173,20 millones de dóalres. Curcio reparó que las divisas fueron entregadas a las empresas privadas m? reconocidas en esos sectores que abarcan y abastecen la mayoria de los mercados de los alimentos procesados, monopolios de la producción y ditribución que son grandes corporaciones transnacionales y nacionales.

En cuanto a la inflación inducida se explicó que Venezuela como muchos paises de América Latina depende en gran medida de las importaciones, un 35% del PIB es importado ya sea como materia prima o producto final, o insumo por lo tanto lo que se trae depende mucho del valor de cómo se compra y el valor de la moneda cuando se convierte de la divisa que se haya comprado a bolívares. Los importadores han generado una inflación inducida, al crear un mercado paralelo ilegal que aunque siempre ha ocurrido, la diferencia es que ahora en ese mercado los valores no se corresponden con la realidad económica.

En cuanto al bloqueo financiero internacional destacó que Venezuela ha sido clasificado como el país con mayor riesgo a nivel financiero mundial. El riesgo país es la diferencia entre la tasa de interés de la deuda del país con riesgo, en relación con la de aquel considerado “libre” de riesgo, en este caso se compara con la de EE UU. Esto se expresa en puntos cada 100 puntos equivale a 1% adicional en la tasa de interés, en el caso de Venzuela el riesgo país ha sido clasificado en 2000 puntos. Esto significa que la deuda contraida tendrá un costo adicional de 20% superior a la del Tesoro de EEUU. Frente a esta clasificación el hecho es que Venezuela ha honrado de manera puntual todos sus compromisos de deuda pública externa y desde el 2013 hasta noviembre de 2016 el país ha cancelado $63,566 millones de dólares por concpeto de servicio de deuda.

Aun con esta condición la doctora Curcio comentó que la otra opción sería acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI), en donde las tasas de interés son más bajas, se dan bajo condiciones de adoptar políticas neoliberales bajo el supuesto “estabilización macro económica” en un momento en que baja el precio del petróleo.

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