“Vida nada me debes…vida estamos en Paz”

Especial para CLARIDAD

«Vida nada me debes… vida estamos en paz». Así me dijo recientemente Felo, citando a Amado Nervo a lo que contesté “así es, y tú tampoco debes nada pues te entregaste para que otras y otros tuvieran Vida”.

Padre Rafael Torres Oliver, a quien con amor llamamos Felo, siguió su camino hacia el Reino definitivo la noche del domingo, 23 de mayo de 2021. Según la fe cristiana, todas las personas estamos llamadas a la santidad, que significa ser personas buenas, justas, solidarias, compasivas, en búsqueda de la equidad y la justicia, siempre. Pocas personas lo consiguen, pero en mi opinión, Felo es una de ellas. Padre Felo nació en Ponce y desde joven tuvo inquietud misionera; por lo tanto, no solo es un patriota boricua sino un internacionalista que ha dejado partes de su corazón en África, República Dominicana y Haití. Iba mucho a Cuba y siempre llegaba con alegría y muchos cuentos.

Padre Felo junto al obispo Rubén González, Frei Betto y padre Vicente. foto cortesia de REDES.

Le encantaba preguntar, conocer y después contar historias, siempre viendo el lado bueno y bello de las cosas; a veces le añadía sus propias versiones a esas historias. Cuando llegaba a cualquier país (era misionero), buscaba las comunidades mas pobres y por ahí se iba, aunque no conociera a nadie e invariablemente, regresaba con muchos amigos y amigas. Recuerdo, que cuando trabajaba en Caguas había una mujer mayor que, por alguna razón, caminaba desde el residencial José Gautier Benítez hasta el centro del pueblo a buscar agua en una pluma (grifo) al lado de la Catedral y se iba caminando con su cubo. Inmediatamente, Felo se hizo amigo de ella y muchas veces le cargaba el cubo hasta el residencial (era lejos caminando).

Un día llegó tarde a celebrar la Misa de las 5pm en la Catedral de Caguas. Estaba quemado por el sol. Felo se excusó y dijo “si ustedes supieran dónde estaba me perdonarían”. Más tarde, en los noticieros salió en una protesta a favor de la salida de la Marina de Guerra de EU de nuestra Isla Nena, eso fue alrededor del año 1979. Cuando regresó de África a Borikén en el año 2001, la lucha por la paz de Vieques estaba en su momento más álgido. Inmediatamente se unió a la desobediencia civil. Fue arrestado y estuvo preso en la cárcel federal, pues tomó la decisión de no pagar la fianza.

En el 1977, Felo, con apoyo del Obispo Rafael Grovas, junto a Padre Miguel Mendoza, Padre Hilario Rivera, Sor Carmen Rosado, doña Carmen Borri y un grupo de laicos y laicas trajo a la diócesis de Caguas el proyecto de Guerra Contra el Hambre (Red de Esperanza y Solidaridad – REDES).

Con REDES tiene mucha historia; además de ser uno de sus fundadores, nos presentó a Haití a través de un pequeño niño llamado Elí Galiotte, a quien trajo a nuestra diócesis para que aprendiéramos a conocer a nuestros hermanos y hermanas de esta querida isla. A Eli lo amó como a un hijo y a Haití como a su Patria.

Siendo Vicario de Pastoral de la diócesis de Caguas, junto con la hermana Carmen Rosado, encargada del programa de Catequesis diocesana, visitó todas las comunidades de la diócesis de Caguas para orientar sobre las conclusiones del Concilio Ecuménico Vaticano II, los documentos de Medellín y Puebla a todos (as) los (as) catequistas y lideres parroquiales. A pesar de que ha estado de misionero muchas veces en otros pueblos fuera de la diócesis de Caguas y en otros países, la diócesis lo siente como parte esencial de su caminar como pueblo de Dios.

Despidiendo a Rafaelito junto al obispo de Mayagüez,Corrada Del Río. Fotos cortesía de la autora

Felo, a pesar de que ya estaba bastante enfermo, quiso despedir a Don Rafael Cancel Miranda cuando éste se le adelantó hacia la eternidad. Creo que fue su último acto patriótico presencial, tomar su bandera y pararse en la autopista para despedir a uno de sus héroes. También, sin soltar la bandera, celebró junto al Obispo Corrada del Río la Misa de despedida a Cancel Miranda.

Oscar lo visita en Guayama. foto cortesía Lala Flores.
En el entierro de Rafael Cancel Miranda junto a Oscar.

Hace como dos meses Alida Millán Ferrer (directora de este Semanario), nuestro Oscar López Rivera, Rafaela (Lala) Flores y la que suscribe fuimos a visitarlo a Guayama. Para él fue una inmensa alegría. Habló muchísimo con Oscar, hizo que éste les hablara a las compañeras que los ayudan en la casa parroquial y a los otros sacerdotes de la fuerza interior que tuvo (Oscar) para superar el tiempo en prisión y en solitaria, y lo escuchó como si Oscar estuviera dando la mejor homilía.

Creo que la poesía de Amado Nervo resume bien la vida de este hombre que dejó huellas en el camino de muchos pueblos y personas.

Paz

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

…Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas…

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

 

 

 

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