Vietnam, ejemplo mundial en lucha contra el COVID- 19

 

Análisis de noticias

Por Redacción de Claridad

Hace 45 años Vietnam era un país en ruinas. Terminaba la sangrienta guerra de agresión que mantuvo en su contra Estados Unidos luego de 15 años de inmisericorde ataque militar, durante los cuales las fuerzas armadas del imperio más poderoso de la humanidad estrenaron las más sofisticadas armas de destrucción química disponibles en ese momento,  como el incendiario napalm y los poderosos contaminantes que envenenaron el aire, el suelo y las aguas de Vietnam.  Aunque el pueblo vietnamita ganó la guerra, perdió más de dos millones de vidas como consecuencia del conflicto y toda su infraestructura quedó totalmente destruida. Tras el fin de la guerra y la reunificación del país en 1975, la reconstrucción y desarrollo de su infraestructura y economía les ha tomado 45 años. Hoy, Vietnam tiene una de las economías de mayor desarrollo en el sudeste asiático, y entre 2002 y 2018, más de 45 millones de vietnamitas salieron de la pobreza, según datos del Banco Mundial.

Ante un panorama así, era lógico pensar que el COVID-19 sería un reto de grandes proporciones para esta nación de 97 millones de habitantes, una de las más densamente pobladas de la región, y que tiene frontera con China a lo largo de casi 700 millas de su territorio. Sin embargo, al cierre de estas líneas, las estadísticas del COVID 19 en Vietnam son sorprendentes: 265 contagios confirmados y 0 muertes. Se han recuperado 118 personas, y  de los restantes, solo 3 son casos severos o críticos. Esto, de acuerdo a la herramienta www. worldometers.com, que registra los datos más relevantes sobre la pandemia en cada país del mundo.

¿Cómo es que Vietnam está a punto de ganar su “guerra” contra el coronavirus? Con medidas puntuales de prevención, detección y rastreo dice Rodion Ebbighauser, editor para Asia de la agencia de noticias alemana Deutsche Welle. Según el periodista, la respuesta está en las medidas tempranas adoptadas. En su artículo sobre el tema, Ebbighauser señala que desde la celebración del nuevo año lunar en enero pasado, el gobierno de Vietnam declaró la “guerra” al coronavirus, aunque todavía no había un solo caso en el país. El primer ministro Nguyen Xuan Phuc le dijo a la población que “luchar contra esta epidemia es como combatir un enemigo”, adelantándose a los acontecimientos que luego habrían de estremecer a la región y al mundo. Esto se hizo para tratar de evitar que la infraestructura sanitaria del país colapsara ante el avance de la pandemia. El periodista destaca que en ciudad Ho Chi Minh (antes Saigón), una metrópolis de 8 millones de habitantes y capital del país, solo cuentan con 900 camas de cuidado intensivo, cantidad muy por debajo de lo necesario para atender una crisis sanitaria de esta magnitud.

Desde principios del mes de febrero- incluso antes de que se implantaran en China- el gobierno de Vietnam adoptó rigurosas políticas de cuarentena, control de aeropuertos y entrada de personas al país, y el trazado meticuloso de todas las personas sospechosas de haber estado en contacto con el virus. Tan temprano como el 12 de febrero, se colocó en cuarentena por tres semanas a un pueblo entero de 10,000 habitantes, cerca de la ciudad de Hanoi. En ese momento, solo había 10 casos confirmados en todo el país. Por otra parte, el rastreo riguroso de posibles contagios llegó tan lejos como a la tercera y cuarta etapas de contactos. Dichas personas fueron puestas bajo un estricto sistema de vigilancia y se les restringió el movimiento y posibles contactos con terceros. Desde bien temprano, los viajeros desde lugares de alto riesgo, fueron puestos en cuarentena obligatoria de 14 días. Todas las escuelas y universidades también cerraron desde febrero.

Además, se hizo masiva y constante la diseminación de información sobre el virus a través de los medios y redes sociales, y se exhortó a los viajeros en aeropuertos y hoteles, de destinos de procedencia y número de vuelo señalados, a reportarse al ministerio de Salud a través de una línea telefónica dedicada, y registrarse con las autoridades.

Más recientemente, desde el pasado 9 de abril, el gobierno ha decretado que cualquier persona que acuda a una facilidad médica por cualquier motivo, se le hará la prueba de COVID 19. Igualmente, a todo visitante a la ciudad capital (Ho Chi Minh), vía aeropuertos, trenes, estaciones de autobús o transporte privado, se le requerirá hacerse la prueba. Además, se ha intensificado el distanciamiento social y suspendido los viajes de alquiler en motocicletas a la ciudad de Hanoi.

Una medida crucial fue la movilización de las fuerzas armadas en la prevención e implantación de las medidas obligatorias de distanciamiento social y cuarentena. El artículo de Ebbighauser señala también como factores importantes la madurez social de la población y la retórica combativa del gobierno que ha logrado convertir a la gente en su aliado contra la pandemia. El gobierno invitó a cada empresa y negocio, a cada comunidad residencial y a cada individuo a unirse para prevenir la epidemia, tocando la fibra social de una población que se enorgullece de su capacidad para unirse en las crisis y tolerar sacrificios y limitaciones.

Según sondeos realizados a través de las redes sociales, la mayoría de las personas aprueba las medidas adoptadas por el gobierno y se sienten orgullosos de haber podido contener el avance del virus en su país hasta este momento. También se expresa mayoritariamente dispuesta a asumir los costos económicos de la crisis que, sin duda, tendrán un efecto desacelerador en el avance del país. Los sectores principales de la economía de Vietnam,  son los textiles, alimentos, muebles en madera, producción de plástico y papel, el turismo, las telecomunicaciones y la agricultura. Esta última representa 14.7 % del ingreso nacional bruto y emplea el 39.4% de la fuerza trabajadora.

El gobierno ha destinado un sustancial incentivo económico equivalente a US $2.7 billones para reactivar la economía. Igualmente, se han importado 200,000 pruebas desde Corea del Sur y se limitó la exportación de arroz, uno de sus principales productos de exportación, para garantizar la seguridad alimentaria de la población. En el renglón de la solidaridad con otros países, Vietnam envió 450, 000 uniformes de protección a Estados Unidos para asistir a los profesionales y trabajadores de la salud en dicho país, y donó 550,000 mascarillas a 5 países europeos en apoyo durante la pandemia.

 

(Datos tomados de Deutsche Welle, Banco Mundial y Santandertrade.com)

 

 

 

 

 

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